Itero que esta lista es sólo una lista realizada desde la más absoluta subjetividad estética. Itero que los elementos que se han utilziado para realizar dicha lista son una serie de categorías que, de no cumplirse, para mí, abocan a la falta de excelencia, de perfección literaria. Puede que quede un regusto de la literatura por la literatura en alguna de ellas, pero ese elemento estético cumple la misma función que el opio, narcotizar el gusto estético en favor de la belleza ficticia del relato por el relato mismo, y esto no es literatura porque no busca la perfección.
La lista dice así:
1.- 50 sombras de Grey, y por qué no 51 o 342, y es que la novela ni es original (muchas otras novelas mejores circulan por ahí) ni tiene interés (las descripciones de coitos en la misma línea las muestra mejor Miller o Nin) ni tiene gusto ni belleza. Se la podrían haber ahorrado desde el punto de vista literario. Triunfa porque las mujeres en la actualidad padecen el sexo y esta novela y otras muchas que te rondarán, sirven como vía de escape ideal.
2.- La leyenda del ladrón. Aunque con un buen arranque que te pone los dientes largos, luego se pierde en diversas películas que ya hemos visto, Scaramouche, por ejemplo, y, hasta donde me aburrí, el personaje principal se me convirtió en un remero de galeras romanas con la cara de Victor Mature.
3.- El lector de Julio Verne de Almudena Grandes, reiterativa, iterativa, item más. Es decir, mecanografía que algo queda, quedo.
4.- El sueño de la ciudad de Andrés Vidal, una ciudad de cartón piedra que, cuando se cae, deja ver un desierto de arenas tranparentes, y eso si tienes imaginación.
5.- La vida imaginaria, que imita a La rosa púrupura del Cairo, pero era mejor que el personaje de ficción que se hace realidad se quedara en la ficción y que Nata no se haga preguntas transcendentes.
6.- La vida iba en serio, y esto, ¿qué es? Un producto de marketing, salvado! (por cierto, más vale que leáis mejor que la vida iba en serio, relatada por varios autores, ganaréis en el cambio)
7.- y si hacéis el favor completar la lista vosotros, que por mí hasta aquí he llegado para mencionar aquellos libros que cerré porque me aburrían a la primeras de cambio. Sí, porque a quién le pone hablar de sus fracasos?