Después de años vividos en el País Vasco en su época más terrible…
Mi hija era pequeña, recuerdo muchas cosas pero sobre todo una que la tengo en la mente, bajé a desayunar con ella a un bar muy cercano, me puse en un lugar de la barra, llegaron dos policías que solo iban a desayunar, igualito que mi hija y yo, cuando les vi me pasé al otro extremo de la barra, supongo se dieron cuenta, era la época en que entraban a por ellos y les mataban. Luego me sentí mal, nada tenía contra ellos, NADA, solo el temor que estaba latente y más cuando estás con tu hija.
Así que el título de mi entrada de hoy está claro, no quiero más miedos, no quiero más manipulación, no quiero salir de casa con temor, NO.
Cuando tenga que llegar el fin de mi vida será en modo normal, no porque me esconda de nada ¿y si salgo de casa y me cae una teja encima? ¿Y si alguien me atraca y me mata?, pues eso no es vivir.
Hay desgraciadamente lugares del mundo que viven en esa continua angustia, mujeres, hombres, niños –los más perjudicados -con esos ojos tristes, inocentes…
Desgraciadamente no puedo evitar el dolor, no puedo evitar la impotencia, pero quiero sobre todo vivir sin miedo.
Saludos Blogueros y amigos de Facebook.