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Pásame el mando

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'Vikingos', derribando tópicos… pero no todos

Toda civilización tiene su leyenda. En el caso de los vikingos que ni siquiera tienen escritura (runas sí, nada más) la tradición oral y los hallazgos arqueológicos cobran un protagonismo fundamental. Su físico, su carácter y el terror que infundieron en algunos territorios europeos hace que sea muy complicado separar lo histórico de los sueños.

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Los tópicos, igual que a otras culturas, persiguen a los vikingos: saqueadores sanguinarios pero también navegantes incansables, puede que fueran los primeros en llegar hasta América. Sus ganas por ir más allá les llevó a atacar las cosas inglesas y las del norte de Francia y eso es lo que cuenta ‘Vikingos’ a través del personaje semilegendario Ragnar Lothbrok.

No tiene mucho sentido analizar aquí hasta dónde y como esta serie del Canal Historia, creada por Michael Hirs, el mismo que Los Tudor, mezcla lo real con lo novelado o con lo que se conoce de poemas épicos nórdicos de la época. No importa porque toda la serie fluye de una manera natural, sin darse importancia. Los acontecimientos te absorben mientras se aprenden cosillas.

Ragnar Lothbrok llegó a ser rey de los vikingos (no diré su final por si alguien no lo sabe y prefiere verlo en pantalla) y es esa ascensión y sus viajes al oeste cuando los vikingos solo saqueaban hacia el este, lo que cuenta ‘Vikingos’. Todo situado alrededor del año 800 d. C., en plena era dorada de esta civilización.

El método para meter lo didáctico es fácil: introducir un personaje que sea nosotros mismos al que Ragnar enseñará y del que aprenderá porque al fin y al cabo Ragnar es un curioso, es su gran fortaleza. Athelstan (George Blanden) es un fraile cristiano capturado en el primer viaje a Inglaterra, concreto al claustro de Lindisfarne. A partir de esta primera incursión (la primera documentada de los vikingos), será nuestro otro yo.

El final de la primera temporada con el viaje a Uppsala y los sacrificios animales y humanos es un viaje a un mundo completamente ajeno, es abrir los ojos de repente (un poco mito de la Caverna, duele) a unas costumbres tan diferentes e inconcebibles para nosotros como lo es sentirse orgulloso por ser una ofrenda a los dioses. Sí, los vikingos sacrificaban humanos cada 9 años, pero lejos de ser un acto triste y silencioso es una fiesta y un momento solemne. Aquellos que iban a morir lo hacían orgullosos de servir a los dioses y a la prosperidad de su pueblo. Por eso, cuando Athelstan tiene miedo y no quiere sacrificarse los vikingos no se enfadan, tan solo creen que no es digno de ese honor.

Y por supuesto que eran unos saqueadores sanguinarios pero también profundamente místicos. Atados a sus dioses y a sus costumbres. Siempre ligados a la tierra y esa naturaleza nórdica helada. El mismo Ragnar se decía descendiente de Odín y su segunda esposa, hija de Sigurd y Brunhilda. Dos grandes héroes de sagas nórdicas.

Como he comentado la serie fluye, no hay mejor manera de explicarlo, a veces como una riada y otra como un arroyito primaveral. Será una bobada, una obviedad, pero ‘Vikingos’ no se pierde en anunciar las cosas que pasan, pasan y ya está. No hay florituras, hay concreción, como los hombres que retratan. Y sigue siendo emocionante sin necesidad deque nadie te diga ¡¡HALAAAAA, LO QUE VA A PASAR!!

Y los personajes. Que la acción sea constante no significa que a los personajes no se les trate bien. Los comprendemos a casi todos casi siempre, desde el protagonista, Ragnar Lothbrok (Travis Fimmel) a su fiel Lagertha (Katheryn Winnick) icluso a Rollo (Clive Standen) o a Siggy (Jessalyn Gilsig), personajes bastante más oscuros y complicados. Otra cosa es lo que hicieron con Floki (Gustaf Skarsgård) en la segunda temporada, porque lo encuentro muy forzado para el tono general de este personaje. Uno de los pocos que siempre caen bien.

La entrada en escena de la segunda esposa de Ragnar, la princesa Aslaug (Alyssa Sutherland) me causó un gran impacto y no precisamente para bien. No conocía en ese momento a esta figura que también cantan las sagas, así que su infidelidad me cayó por sorpresa y, en consecuencia, la imagen que tenía de Ragnar se me cayó a los pies.

 

Es verdad que la presentación de la princesa es una fábula clásica y que ella le da los hijos que tanto desea pero no deja de ser una mujer, consentida, altanera y algo caprichosa. Por supuesto tiene sus buenos momentos, como cuando libera a la esclava, pero siempre busca algo, tiene una doble intención. Y eso no quita para que la entendamos como madre, para quee suframos por sus hijos.

Rollo es el hermano del protagonista. A pesar de la lealtad que le profesa la sombra de envidia que le persigue por la fama de Ragnar de la que él no goza, estalla al final de la primera temporada y al principio de la segunda. Aunque en la segunda tanda es la de su redención y mi favorita para este hombre. Un Rollo hundido se redime en la batalla con la que intenta recuperar la el puerto de Kattegat mientras su hermano está en uno de sus viajes.

Pero igual de interesante o más es Siggy. La mujer del conde a la que Ragnar mata, a la que perdona la vida y adopta como criada-amiga. Parece que siempre persigue volver a su posición, pero cuando llega la hora de verdad se mantiene fiel al hombre que le dejó vivir una nueva vida. Puede que no tan buena como la otra, pero no está mal al fin y al cabo. Puede que sea su amor por Rollo, porque entiende que es él el que necesita el perdón y si ella resurge a su lado significará la destrucción del hombre al que quiere, carcomido por su conciencia.

‘Vikingos’ es la primera serie de ficción para el Canal Historia pero no es la última dada su gran acogida. La cadena ha estrenado ‘Templarios’ y dado el éxito de la primera la expectación para ver a estos caballeros, por mi parte, es alta. Además está ambientada en la Península Ibérica.

Algunos apuntes:
Katheryn Winnick., Laguertha en Vikingos, es la misma actriz que dio vida a Eve, la chica violada de House en el primer capítulo que dirigió Campanella en la serie y mi favorito. Me tiré todo el capítulo piloto y parte del segundo pernsando de qué la conocía.

Por si queréis saber algo más de la figura histórico-literaria de Ragnar ya que la mayor parte de lo que se cuenta en la serie está creado para eso, la serie.

Besa mi brillante culo metálico.- Bender (Futurama)

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