Max, un brasileño de 25 años, se fue a estudiar a lo largo de un año a Corea del Sur. Allí se enamoró de la cultura del país, y parece ser que también del aspecto físico de sus habitantes. A su vuelta decidió que quería convertirse en un coreano más, al menos en su aspecto físico, y comenzó a realizarse una serie de operaciones de cirugía estética con ese fin.
Tras diez intervenciones y después de haber invertido más de 3.000 dólares en ellas y en un nuevo tinte de pelo y unas lentillas oscuras, Max dejo de ser un chico rubio de ojos azules y se convirtió en Xhian, con los ojos rasgados, moreno y con los ojos marrones.