Tiempo de Cuaresma, potaje y recuerdos
Vengo de una familia de tradiciones católicas. Puedo cerrar los ojos y recordar perfectamente a mi abuela Emilia sentada en el banco de la iglesia de Pereruela de Sayago, o arrodillada cuando debía de hacerlo, escuchando atentamente las homilías de Don Julián.
Mi abuela iba a misa todos los días, de lunes a domingo durante todos sus años de vida, siempre despedía los días con un ‘buenas noches nos de Dios’, siempre comulgaba la primera .
Mi madre siguió, y sigue, siendo la vanguardia católica en mi casa. Los domingos va a misa, reza y, por supuesto, respeta la Cuaresma. Hoy es el primer viernes de este tiempo clave para los cristianos católicos. La Cuaresma representa los 40 días que Jesús estuvo orando en el desierto antes de su entrada triunfal en Jerusalén con la que comenzó su periodo de vida pública y que finalizó con su pasión y muerte. Este tiempo empieza el miércoles de ceniza y termina el Jueves Santo.
En estas cinco semanas que dura el tiempo cuaresmal los viernes no está permitido comer carne, o al menos en mi casa no se permitía. Pero circunscribo muy conscientemente el veto a mi casa, porque siempre había alguna triquiñuela de la que sacar tajada, y nunca mejor dicho. Los viernes era el día perfecto para ir a casa de mi otra abuela, Lola. No era algo que hiciera con malicia, pero ¿qué mejor día para degustar sus espectaculares macarrones?. Mi otra abuela, la zamorana, la madre de mi padre, no tenía en cuenta la prohibición cárnica y entrar por aquella puerta significaba un jugoso break en esos viernes en que las legumbres y el pescado eran lo habitual.
Luego, claro, venía la pregunta inquisidora de mi madre ¿No habréis comido carne no?. Y uno, que era muy pequeño, y además se le daba muy mal mentir, reconocía la ‘pecata minuta’.
Así que hoy en mi casa no se come carne pero… Les tengo que dejar, que voy a llamar a mi madre a ver si ha hecho su potaje de garbanzos y verduras y me deja un poquito para traerme a Valladolid en un tupper, si al final esto de la Cuaresma no va a estar tan mal.