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Roberto Carbajal

La aventura humana

Descubra el truco de Israel para ganar en Eurovisión cuando le apetece

… Y EL DE TELEVISIÓN ESPAÑOLA PARA HACER EL RIDÍCULO DE NUEVO

Para qué voy a añadir nada más que la introducción si la música habla por sí misma. Muchos no se acordarán de estas canciones; aun así, quienes se hayan incorporado al Festival en los últimos años van a darse cuenta en cuanto escuchen las cuatro propuestas que he colocado. Sólo una cosa más: los festivales, como todo en la vida, se ganan con talento, trabajo y un pelín de suerte, aunque les recomiendo que se queden con las dos primeras virtudes.

Que la inspiración te pille trabajando y que las musas no lo sean, porque no existen. Si eliges una canción que pertenece a los vertederos en donde descansa el falso arte, no te quejes. Pero así se hacen estas cosas. Por muy tontorrón que sea este concurso o que la música ya no sea con orquesta en directo, quien concursa es España. Por tanto, habrá que dignificarlo y rebuscar en todo el país a compositores que den con la clave para que, por lo menos, nuestro paseo por el mundo sea digno.

No siempre se puede ganar. De hecho, Noa, la estrella israelí que participaba este año con una cantante árabe cristiana de origen palestino-búlgaro (¡ayh!), Mira Awad, viajó a Moscú a cantar un tema que tenía contenido político, sobre el proceso de paz en Oriente Medio, aunque sin mencionarlo, claro está. Lo hicieron en árabe, inglés y hebreo, para que quedara muy clarito todo. No pretendían ir a Putilandia a por un trofeo de oropel…

Aviso 1. Contemplar el último vídeo tras disfrutar de los que le preceden puede dañar la sensibilidad de algunos espectadores. Lo siento por quienes se hagan los duros.

Aviso 2. Dana International, el transexual que “canta” en otro de los clips, no es familia de mi gata persa, que lleva el mismo nombre, y cuya foto no cuelgo porque es menor de edad. (Ahora que lo pienso, los cánticos propios del celo de Dana y la voz de la intérprete israelí se parecen bastante.)


Vamos con ello y dejémonos de politiqueos y sensiblerías. Ya habrá tiempo en el siguiente post para desarrollar más este asunto.

Sobre el autor

Tenía siete meses cuando asesinaron a John F. Kennedy. De niño me sentaba en los parques a observar a la gente, pero cuando crecí ya no me hacía tanta gracia lo que veía. Escribo artículos de opinión en El Norte desde 2002, y críticas musicales clásicas desde 1996. Amo la música, aunque mi piano piense lo contrario. Me gusta cocinar; es decir, soy un esclavo. Un esclavo judío a vuestro servicio.


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