El viernes dio la sensación de que Santamaría, Guindos y Montoro iban a repetir aquello de “Españoles: Franco ha muerto.” Menos mal que no fue así; lo que anunciaron ‘urbi et orbi’ trató sobre lo inexorable del desempleo y que los ciudadanos estamos al pairo. Muchos agradecieron que esta vez el Gobierno contase la verdad. Nada más revelador que ver los rostros cariacontecidos de los tres tenores de las malas noticias. Tuvo su punto de gracia cuando le tocó abrir la boca al ministro de Hacienda. Aunque quién mandó a la vicepresidenta soltar aquello de ‘desindexación’. El talento oculto de Cristóbal Montoro no es el de actor de doblaje; lo suyo es amenazar con hurgar en la renta del contestatario. Fue incapaz de pronunciar ‘desindexación’ y lo intentó un par de veces; sólo articulaba pueriles aproximaciones con lengua de trapo, aderezadas de esa sonrisa nerviosa que causa tanto estupor.
Esto es lo que hay: españoles, no bajarán los impuestos, sino que subirán; el paro no se reducirá, sino que llegaremos al final de la legislatura más o menos como estamos. ¿Quisieron decir que los ciudadanos aguantarán el calvario dos años más? Si esa no era la idea, entonces sonó aun peor. Ahora se entiende que el Ministerio del Interior haya aumentado el presupuesto de los antidisturbios y que Defensa apenas haya visto disminuir su velado gasto. Qué tiempos nos ha tocado vivir. Mala suerte. ‘Moisés Rajoy’ iba a conducir al pueblo español hacia la tierra de promisión y el maná caería del cielo a paladas. Llegamos al mar Rojo y, cuando el líder levantó la vara, las aguas no solo no se apartaron, sino que escalaron hacia el lugar en el que aguardábamos. Si el Gobierno se declara incapaz de reconducir la gravísima situación de España, no estaría de más disolverlo y que el Partido Popular eligiese otro. No sabemos si cambiando las caras eliminaremos el rostro con el que embaucaron a quienes les otorgaron su confianza. Eso de que la esperanza es lo último que se pierde necesita un revolcón. Quedó clarísimo hace seis días.
Publicado en El Norte de Castilla el 1 de mayo de 2013