>

Blogs

Roberto Carbajal

La aventura humana

El propietario del cuerpo

El Estado se enseñorea de todo lo que nos rodea. Es un coloso de la apropiación indebida. Hasta la miserable vida de Andrea, una niña gallega con una existencia dolorosa e infame, también le pertenece. Sus padres tomaron la tremenda decisión de que deje de respirar, porque carece de presente y mucho menos de futuro. Sólo se retuerce de dolor en su camastro, privada de la dignidad inherente a todo ser humano. Pero los poderes públicos se niegan a practicarle la eutanasia, porque la ley es estrecha e implacable. El ministro de Sanidad asegura que España no necesita una nueva legislación para asuntos como estos, pues defiende que ya contamos con garantías con la ley actual. Si no es necesaria una nueva norma ¿por qué estamos hablando de Andrea y su realidad?

Es miserable quien permite vivir en contra de su voluntad a personas que desean abandonar este mundo. Sus despojos se aposentan eternamente en un camastro sin la más mínima dignidad, pues su vida ha dejado de tenerla. Qué diablos pinta un ser humano cosido a cables y tubos sin tener más perspectivas que todos los días se parezcan. ¿Acaso un Estado moderno puede permitir que quien antes fue una persona con un empleo, una familia y unas piernas para corretear, y, sobre todo, un cerebro sano y activo, deba vivir postrado con sus huesos envueltos en una fina capa de piel? Es inhumano, pero los moralistas y la Iglesia que tanto les inspira han decidido que ‘eso’ que contemplamos siga llamándose un ser vivo. España, en tantas cosas pionera en materia social, no puede permitir que las familias de esos enfermos terminales pasen por ese trago tan amargo. Debemos legislar con valentía y juicio, porque la vida humana nos pertenece y ningún aparato estatal debe apropiarse de lo único que de verdad es nuestro. Claro que quienes defienden el derecho a la vida a cualquier precio probablemente no se han visto cara a cara con sus miserias y todo lo fían al buen hacer de Dios, el de siempre. Cuando me enfrente a él, lo tendré claro. Pueden estar seguros de esto.
 
Publicado en El Norte de Castilla el 7 de octubre de 2015

Temas

Sobre el autor

Tenía siete meses cuando asesinaron a John F. Kennedy. De niño me sentaba en los parques a observar a la gente, pero cuando crecí ya no me hacía tanta gracia lo que veía. Escribo artículos de opinión en El Norte desde 2002, y críticas musicales clásicas desde 1996. Amo la música, aunque mi piano piense lo contrario. Me gusta cocinar; es decir, soy un esclavo. Un esclavo judío a vuestro servicio.


octubre 2015
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031