Parece ser que mientras en los años noventa no reíamos con el cine de Pedro Almodóvar, él y su hermano se descojonaban de todos nosotros eludiendo el pago de impuestos. Agustín ha emitido un comunicado exculpando a su hermano, naturalmente por una cuestión comercial y de imagen. Todo el mundo está escandalizado por que un despacho de abogados facilitadores de Panamá tejiesen un entramado de empresas para eludir impuestos. La prensa que se ha trabajado este asunto ha recibido once millones de documentos, suficientes folios con los que podríamos enladrillar una remota ruta hacia la Luna y pasar unas cuantas noches inolvidables en el Mar de la Tranquilidad. Están empezando a conocerse los primeros nombres de las personas encausadas en la elusión fiscal, pero las filtraciones iniciales no dejan títere con cabeza. Políticos, empresarios, cineastas, deportistas como Lionel Messi, en fin, las élites del planeta socavando las arcas de los estados. Miguel Arias Cañete, comisario europeo, también se ha visto salpicado en la trama, a través de su esposa, una Domecq de los de toda la vida. Se trata de la historia de siempre: los ricos mirando por encima del hombro al resto de los mortales. Es la misma gente que, cuando tienen un accidente con sus cochazos, son trasladados a los hospitales públicos donde les salvan la vida; otra cosa es que se encuentren con un quirófano cerrado debido a la escasez de recursos, a la que han contribuido con su elusión fiscal. Muchos países tratan de arrasar con los paraísos fiscales. España y Panamá firmaron un acuerdo de colaboración en esta materia, de la que se desprendía que ambos países intercambiarían información tributaria por un sencillo requerimiento. Esperemos a conocer la lista de los españoles afectados y, aunque ya no se estile quemarlos en la plaza pública, sí que se debería aplicárseles todo el peso de la ley. Pero los delusores fiscales trufan el mundo entero. Tan solo hace falta determinación política, un poco de compromiso y sancionar a los estados incumplidores.
Publicado en El Norte de Castilla el 6 de abril de 2016