Desde la aparente figuración, el pintor Amadeo Olmos nos plantea la abstracción de la mirada. La galería Nuble de Santander (Daoíz y Velarde, 26) expone hasta el día 13 de octubre una selección de sus últimas obras en las que el juego de las realidades superpuestas, fruto de un largo periodo de reflexión sobre la pintura y su evolución a lo largo del tiempo, desemboca en propuestas que llaman al espectador a sumarse a su juego. El cuadro dentro del cuadro (¿o superpuesto?), las citas que nos remiten a nuestra historia reciente, las redes que desmontan las primeras impresiones de la mirada forman parte de las reglas de ese juego. Si anteriormente nos acostumbró a relajar el espíritu deteniendo en un instante un mar habitualmente embravecido, o nos sugirió ambientes teatrales introduciendo la figura humana en inquietantes espacios, ahora nos invita a seguir interrogándonos sobre nuestra capacidad para la observación. O simplemente para disfrutar de su pintura. Esta exposición es un motivo más para visitar la capital cántabra, para lo que no hacen falta por otra parte demasiadas excusas.