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La última función

El papel con el que Juan Carlos Moretti se despidió de Valladolid fue el de Minetti. Al escenario se subió por primera vez el director del Ernesto Calvo. Para los dos y para cuantos tuvimos la oportunidad de verlo fue una experiencia para recordar. Ernesto Calvo lo ha hecho con una emotiva carta que reproduzco aquí para los visitantes del blog.

A MORETTI

Has vuelto a coger la maleta donde tienes la mascara del Rey Lear (recuerda que ese trabajo lo teniamos pendiente), para seguir emocionando, inquietando, deslumbrando con tus numerosos registros, y volver a viajar para hacer tu trabajo. Tu buen trabajo de hombre de teatro.

Aquí te esperábamos a finales de este Octubre… hoy, aquí en Valladolid deseábamos ver tu nuevo trabajo; aquí, en el Ambigu donde actuamos juntos por ultima vez en este Valladolid, que sé que tu amaste,

Y ahora ya no vendrás por que, como a todo ser, te han llamado para hacer otra función y ésta no es elegida ni deseada por ti, pero como eres una persona generosa con tu arte, ofrecerás a otros públicos y a otras gentes tu talento, y continuaras llevando la maleta donde guardas tus fotos y criticas de actor y director, y también el paraguas…

La maleta y el paraguas que todo actor lleva consigo para hacer la función en cualquier lugar, aunque llueva o nieve.

Eras un ser humano grande y entrañable lleno de preguntas…de dudas, y como todo buen artista las resolvías colocando junto al talento, tus conocimientos y tu técnica, pero sobre todo ello, sobresalían tu energía y tu verdad.

Ante mis propuestas y juegos de improvisación, me pedías paciencia y un día para resolverlos. Al día siguiente llegabas contento o apesadumbrado, diciendo del personaje, “Este Minetti era un viejo cabrón reaccionario” o, “este personaje es maravilloso”, y dependiendo de la entonación y del gesto, sabia como iba a ser el trabajo de ese día, sabia si habías discutido con el personaje, o habías aceptado sus razones, sin entrar en psicologismos, que me pediste olvidar en los inicios del trabajo, por que no querías a nadie hurgando en tus heridas, pues eran muy similares a las del personaje, y ese recurso te parecía fácil, aunque nunca lo dijiste.

Comenzaba el ensayo, yo enamorado de tu talento que veía tan de cerca, no conseguía colocar la frase que me correspondía decir.

Te miraba arrobado, me enamorabas cuando te veía interpretar, y me olvidaba de la totalidad de la escena, y con el consiguiente cabreo por tu parte teníamos que repetirla, otra vez..

Moretti…ahora, como cuando vivías, recibirás aplausos y grandes frases, que sin duda mereces, y también entrañables recuerdos que se refuerzan con la distancia y el tiempo. Lo escuchare orgulloso, por que a diferencia de otros, que también te quieren, te admiran y respetan, yo he tenido la suerte de habértelo dicho cuando me mirabas en el escenario, en las pausas, entre acto y acto, cuando nuestras miradas se cruzaban, y tú en silencio me preguntabas como habías estado en ese acto, y yo en silencio te respondía dándote las gracias por tu entrega y tu talento, nadie nos veía porque yo lo hacia de espaldas al publico y te tapaba con mi cuerpo. Esas miradas solamente eran nuestras, teniendo la misma complicidad, que tú tuviste con Mario Perez, cuando elaborábamos el espacio escénico, y entre los dos me convencisteis para que yo estuviese en escena y que la pisara por primera vez en mi vida como actor, y por que tú estabas a mi lado y me apoyabas lo hice. Por eso lo hice, y por ello te doy las gracias.

Moretti, te vas como todo buen profesional, dejando tu trabajo bien hecho. Dando testimonio con tu arte de la interpretación, de tu paso por la vida. Ahora agitas la mano, despidiéndote, esa mano blanca que se adelantaba hacia el espectador para reforzar el conflicto que querías compartir con él. Con esa mano te despediste de mi, en nuestra ultima representación en Buenos Aires, y con esa mano te despides marchando hacia el infinito, con la cabeza alta, de espaldas, con el abrigo, el sombrero, la maleta y el paraguas, ascendiendo entre las nubes buscando el otro lugar, ese que siempre has buscado. El lugar del artista.

“Las casualidades son terroríficas”

Moretti hoy cuando ya no estas me he dado cuenta del significado de la frase del texto escrito por Thomas Bernhard, que nos inquieto y preocupo tanto, y que no logramos darle la intención oportuna, a pesar de la cantidad de veces que la estudiamos y discutimos. “Las casualidades son terroríficas”.

Tú como el personaje, eras actor y director, fuiste represaliado, emigrante, tenias la misma edad, y fonéticamente Moretti era Minetti; Minetti era Moretti. Nos confundíamos y te confundían. Cuantas casualidades, y la mas terrorífica es la final; Tú, igual que el personaje querías volver a tu Montevideo, a tu Youkali, que es el paradigma de la dicha, a esa isla del deseo, la felicidad y el respeto, que cantaba el tango de Kurt Weil, con el que abríamos nuestro espectáculo y que te acompañaba en el recorrido final, cuando con gran esfuerzo recogías la maleta, e iniciabas con una infinita pena y una gran desesperanza el camino de la eternidad.

En estos momentos el que tiene una gran tristeza y un profundo abatimiento soy yo, por que tú ya no estas y por que ya nunca descubrirás esa casualidad terrorífica.

Esa casualidad, querido Moretti ya se cual fue; uniste el tango que tú amabas, el de tu tierra, con el tango que te pareció tan hermoso cuando lo escuchamos juntos, y te comente la relación entre el personaje, la Alemania nazi y la música de Kurt Weil, Los dos eran tu Youkali, el inicio y el final del espectáculo.

Mi desazón, querido Moretti llega por no haberte dicho, que la ultima estrofa, el ultimo sollozo de este tango, escrito y cantado en francés, dice ” Mais c’est un revê, une folie,-Il n´y a pas de Youkali “.

(Ernesto Calvo, Director de Minetti de Thomas Berhnard- Interprete Juan Carlos Moretti)

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Sobre el autor

Más que un oficio, el periodismo cultural es una forma de vida. La llevo ejerciendo desde que terminé la carrera. Hace de eso algún tiempo. Me recuerdo leyendo y escribiendo desde que tengo uso de razón. La lectura es mi vocación; la escritura, una necesidad. La Cultura, una forma de estar en el mundo. Dejo poemas a medio escribir en el bolso y en todos los armarios.


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