Las perlas que componen la especial ortografía de la ‘Carta a la Madre’ rompen la pauta del ‘folio’ y se caen al suelo interrumpiendo la comunicación. Componen una de las obras más interesantes y llena de matices de las que se han incorporado en los últimos tiempos a la Colección Arte Contemporáneo que custodia el Museo Patio Herreriano de Valladolid. Sus visitantes tuvieron ocasión de conocer más en profundidad la obra de su autora, Elena del Rivero, artista valenciana residente en Nueva York a la que el museo dedicó una exposición en el 2007. La huella de esa exposición forma parte de las 1.105 obras que componen ahora la Colección. Casi 200 de esas obras ocupan en este momento la práctica totalidad del Museo. La colección que le da sentido vuelve a reinar en sus salas ofreciendo al visitante no sólo la oportunidad de ver obras hasta ahora nunca expuestas, sino una nueva lectura de este recorrido por el arte español desde las vanguardias hasta nuestros días.
Los museos miran a sus colecciones, es la tónica de los tiempos de crisis ante el coste de las exposiciones temporales, aunque en este caso se han unido las circunstancias adversas con un proyecto anterior de la directora del Museo, Cristina Fontaneda: «Mi intención es dedicar los veranos a la colección. Aunque está presente de forma habitual en las actividades del museo, como en las exposiciones llamadas Enlaces y en temáticas como la que dedicamos a la Galería Buades, es una colección lo suficientemente amplia e importante como para plantear varias lecturas y combinaciones».
En este caso hacía falta ya una revisión de sus fondos. Desde la inauguración del museo en el 2002 no se había tenido ocasión de hacer un recorrido completo por unas obras, representativas de las distintas etapas y sensibilidades que vienen reinando en el arte contemporáneo español.
El visitante habitual del museo sólo podrá reconocer el recorrido en sus dos primeros capítulos, los que ponen las bases del discurso posterior, la sala 1,cuyas obras se presentan bajo el epígrafe ‘El arte nuevo’ y la 2, ‘Dibujar en el espacio’ no han variado desde la apertura del Patio Herreriano. En esta última se exhibe una pequeña pero representativa parte del legado Ángel Ferrant, sin duda una de las joyas de la Colección. Se abre después un itinerario que, si bien conserva el carácter cronológico habitual en todo recorrido histórico, no es éste su principal argumento. En algunas salas conviven obras separadas en el tiempo por varias décadas pero relacionadas bien por su temática, por pertenecer a un mismo impulso o por ser herederas unas de otras.
Figuración, Materia, Abstracción, Objetos y Referencias, Nuevas Realidades y Entornos Urbanos son los conceptos alrededor de los cuales se agrupan las obras. El resultado es un recorrido que pide del espectador un poco de tiempo y que consigue puntos de alta intensidad.
Es el caso de la sala 4, la que se ocupa de la Materia. Estamos a finales de los cincuenta momento en que se crea el grupo El Paso y el informalismo se convierte en el ariete de nuevas formas de expresión pictórica. La nómina de la sala justificaría por sí sola una visita: Luis Feito, Millares, Lucio Muñoz, Antonio Saura, Rafael Canogar… Al fondo de la sala, el grupo de Cuenca (Gerardo Rueda, Fernando Zóbel, Gustavo Torner) deja la huella del único museo abstracto que hubo en este país en los tiempos en que la abstracción no era un lenguaje bien visto. Vertientes
La abstracción está presente en sus dos vertientes: la lírica y la geométrica, Esteban Vicente y Pablo Palazuelo. Dos espléndidas piezas de Oteiza, pertenecientes a su serie de las cajas metafísicas están también en esta sala. El recorrido por las distintas salas obliga al visitante a recorrer el claustro, uno de los activos arquitectónicos de este museo. En una de sus esquinas y mirando al patio interior, el ‘Alcalde’ de Julio López Hernández es una de las novedades ya que es una pieza que no se había expuesto hasta ahora. En este recorrido encontramos también en diálogo entre el realismo, la abstracción y el arte más conceptual obras de Sergi Aguilar y Susana Solano.
Otra sala de fuerte personalidad es la penúltima del recorrido. Las Nuevas realidades que inspiran la obra de Txomin Badiola o Juan Ugalde. Y antes, las obras referenciales de Carmen Calvo o Miguel Barceló, García Alix junto a las que se expone una pequeña joyita de Remedios Varo. La visita se cierra en los Entornos urbanos presentes en artistas de tan variado registro como Dionisio Cañas o Navarro Baldeweg.
La Colección pedía a gritos esta posibilidad de volver a expandirse en el Museo. La exposición permanecerá abierta todo el verano y merece una visita atenta y sin horario.
(Artículo publicado en el suplemento de cultura de El Norte, ‘La sombra del ciprés’ del 19 de junio del 2010)
El cuadro de la colección que ilustra el artículo es ‘Mujer cabalgando sobre pez’ de Menchu Lamas