Películas habladas, silencios remotos | Calle 58 - Blogs elnortedecastilla.es >

Blogs

Películas habladas, silencios remotos

Hay películas llenas de silencios y películas llenas de palabras. Películas habladas, por tomar prestado el título que Oliveira puso a una de las suyas. De estas últimas hemos visto ya en el Festival la muy estimable ‘45 años’. Y en esta edición ‘El mundo abandonado’, el filme con el que la realizadora alemana Margherite von Trotta vuelve al festival tras el buen sabor de boca que dejó con ‘Hanna Arendt’. A Trotta le van esas películas en las que se centra en el personaje de una mujer para acercarle la cámara todo lo posible y dibujarlo en imágenes. Lo hizo con la mística Hildegard von Bingen, en ‘Visión’; después con la filósofa alemana en los días en los que siguió como periodista el juicio contra el nazi Adolf Eichmann, y en esta última con un personaje imaginado, una cantante de ópera que desconoce la verdad de sus orígenes. Para ello vuelve a confiar en Barbara Sukowa que encaja en el perfil de una cantante de ópera de éxito, fría e impenetrable, que en la madurez de su vida tiene que afrontar una inesperada noticia sobre su pasado. Película de personajes obligados a recomponer su biografía a destiempo, otro rasgo que la relaciona con la citada ‘45 años’. Película coral en la que los diálogos son fundamentales. Von Trotta ha sustituido la densidad de ‘Hanna Arendt’ por una estética fotografía y por la inclusión de unos temas de jazz que interpreta la otra protagonista del filme, hermanastra de la primera, que también es cantante.
Naturaleza
El filme no conmociona –hasta ahora dentro del buen nivel general ninguna de las películas vistas ha supuesto una enorme conmoción– pero se sigue con agrado, con el agrado de ver una historia bien contada por alguien que maneja la cámara con tal seguridad.
Los pases de prensa matinales comenzaron con ‘Hrútar’, película islandesa que nos traslada a la soledad de las tierras del norte. Y a su silencio. Dos hermanos dedicados por tradición familiar a la cría de una raza especial de ovejas viven uno al lado del otro en un solitario valle. Hace cuarenta años que no se hablan, solo el perro que comparten les sirve literalmente de mensajero cuando las necesidades de una naturaleza a menudo hostil les pone en la tesitura de tener que comunicarse . Ambos mantienen el ‘linaje’ de sus ovejas y rivalizan entre sí por criar el mejor carnero para el concurso local. Uno de ellos descubre que el ejemplar ganador de su hermano tiene una enfermedad que obligará a sacrificar todos los rebaños de la comarca y poner las granjas en una cuarentena de dos años, lo que supondrá para los más jóvenes tener que replantearse su futuro. La adversidad servirá sin embargo para unir a los dos hermanos en una misión común salvar la única vida que conocen.
Segundo largometraje de ficción del director islandés Grímur Hákonarson (1977) que logró con él el premio de la sección ‘Una cierta mirada’ en Cannes.
Excelente filme sobre la estrecha relación del hombre con la naturaleza y con los animales, y la, en ocasiones, mucho más difícil relación del hombre con sus semejantes. Película sobre la soledad y la aceptación de un modo de vida difícil –por más que los avances tecnológicos lo hayan suavizado– y sobre cómo la inteligencia es el verdadero colchón para las dificultades. Hákonarson trata con igual naturalidad, y ese es uno de los aspectos más atractivos del filme, la fisicidad de las ovejas y la fisicidad de los humanos, en particular de esos dos ya casi ancianos granjeros, cuyos desnudos se fotografían con una gran sensibilidad. Hákonarson se arriesga con un sorprendente plano final y deja en el espectador una extraña sensación de paz.
Pesadilla
Paz no es precisamente lo que encuentra la pareja protagonista de ‘La adopción’ de Daniela Fejerman, primer y único filme español a concurso en esta edición de la Seminci. Fejerman, argentina de 1964, codirigió varias películas con Inés París ( ‘A mi madre le gustan las mujeres’, ‘Semen, una historia de amor’) y este es su segundo largometraje en solitario tras ‘Siete minutos’.
Aquí encara el asunto de las adopciones internacionales, que afecta a tantas parejas en nuestro país. Seguro que quien más quien menos conoce alguna historia de una adopción que se presumía burocráticamente controlada y acabó convirtiéndose en una pesadilla. Una agonía solo olvidable si al final se consigue el propósito de volver con un niño en los brazos.
Natalia (Nora Navas) y Daniel (Francesc Garrido) viajan a una república del Este con el decidido propósito de convertirse en padres. La única condición es adoptar un niño sano o al menos con una dolencia curable. Poco a poco se encontrarán con un medio corrupto y hostil que hará no solo tambalear su propósito sino también su relación de pareja.
Navas y Garrido se meten en la piel de sus personajes con verdad y son sin duda el mejor activo de la película. La historia está bien contada aunque la tensión que viven sus protagonistas no llega a encoger las tripas del espectador. Hacia la segunda parte pierde algo de gas, que afortunadamente recupera al final.

Temas

Sobre el autor

Más que un oficio, el periodismo cultural es una forma de vida. La llevo ejerciendo desde que terminé la carrera. Hace de eso algún tiempo. Me recuerdo leyendo y escribiendo desde que tengo uso de razón. La lectura es mi vocación; la escritura, una necesidad. La Cultura, una forma de estar en el mundo. Dejo poemas a medio escribir en el bolso y en todos los armarios.


octubre 2015
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031