UN ESPEJO EN EL QUE MIRARSE
DÍAS NUBLADOS Esta es una de esas columnas que preferiría no escribir, porque viene a subrayar como extraordinario algo que debería ser la norma: la decencia política. Que un político abandone su partido porque éste ha dejado de defender los principios bajo los cuales fue creado y, más aún, que abandone un cargo de relevancia […]