LOS ASQUEROSOS
Tuve que vencer mis prejuicios. El libro venía con una faja que en letras grandes anunciaba: LA NOVELA DEL AÑO. Y después: “Más de 60.000 ejemplares vendidos”. Y aún más: que si premio tal y cual, que si los libreros recomiendan y tal, que si el libro más vendido en San Jordi… Es decir, todo lo que me hace huir de una novela. De un libro, en general. Pero no me desanimé. Y eso que no leí la ‘contraportada’ de la susodicha con un montón de firmas ilustres alabando el contenido, cosa que también me predispone en contra. Pero soy cumplidora del deber. Y eso a veces tiene su recompensa.
Me la leí literalmente de una sentada. Y no solo porque esta sección apremie. Sino porque, una vez que has conocido a Manuel, una que vez que empatizas con él, con su infancia de niño desatendido, con su escasa capacidad para las relaciones sociales, con sus ambiciones medidas perfectamente asumibles, cuando ves que en el momento en que parece que la suerte le sonríe (lo que hoy en día se llama suerte y en otra época hubiera sido el colmo del desastre) todo se tuerce por culpa de un policía antidisturbios al que acuchilla en defensa propia y tiene que huir a uno de esos rincones de la España vacía tan de moda… Una vez que le has seguido hasta allí, no puedes abandonarlo.
Probablemente ustedes potenciales lectores (si no están entre los más de 60.000 que al menos han comprado el libro y el porcentaje menor que lo haya leído) no sepan lo que son los mochufas, pero les aseguro que hay cantidad, que viven rodeados de ellos. Están por todas partes. Como asquerosos, que hay también un rato. Eso sí, unos más inofensivos que otros. El término es invención de Santiago Lorenzo, por supuesto, que, además de pergeñar una buena historia, hace gala de una capacidad innata (eso tiene que ser un gen) para la sátira, para la invención verbal y así, como quien no quiere la cosa, para la crítica social.
Los ermitaños, los aislados por voluntad propia, los asociales siempre han sido personajes que han dado mucho juego literaria y cinematograficamente hablando. Desde la Biblia, hasta nuestros días. Pero algunos han sabido tocarles con humor. Mi favorito hasta ahora era Simón El Estilita, de Buñuel. Ahora, tengo dos.
Los asquerosos
(Novela)
Autor: Santiago Lorenzo
Editorial: Blackie Books
221 páginas, 20 euros