El décimo premio Formentor de las Letras ha ido a parar a un escritor nómada, el holandés Cees Noteboom que, en palabras del presidente del jurado, Basilio Baltasar, ha escrito su inmensa obra “a bordo de barcos, trenes y aviones”. Para el jurado del premio, Noteboom es un escritor viajero que ha hecho del nomadismo una actitud filosófica, estética y espiritual que trasciende las fronteras y revela la naturaleza expansiva de los horizontes humanos. Basilio Baltasar ha destacado su condición de “explorador del mundo y del alma humana. Su magistral voz literaria ha captado la corazonada de nuestro tiempo y la inmensa belleza de un mundo que no se agota”.
Poeta, novelista, ensayista y crítico de arte, Cees Noteboom “ha desbordado con su incesante creatividad el límite que proponen los géneros literarios”. Sus libros han sido traducidos a más de veinte idiomas y él mismo es traductor de poesía en lengua española, catalana, francesa y alemana, así como de teatro americano.
Entre sus novelas destacan ‘Phillip y los otros’, ‘El caballero ha muerto’ o ‘Rituales’. Sus libros de viajes (‘El azar y el destino’, ‘Lluvia roja’, ‘Hotel nómada) han merecido los más importantes reconocimientos del género como el premio Chatwin. Su relación con el arte se muestra en libros como ‘El Bosco: un oscuro’ o ‘El enigma de la luz’. Es autor también de obras que trascienden los límites de los géneros como ‘Cartas a Poseidón’ o ‘Una canción del ser y la apariencia’. Vinculado a Menorca, donde pasa largas temporadas, es a juicio del filósofo alemán Rüdiger Safranski “un romántico con ironía, un poeta filósofo, un testigo políticamente atento, un nómada moderno y un escritor que no sólo reflexiona sobre la relación entre los viajes reales y los imaginarios, sino que la vive.”
El jurado del premio Formentor, que ante la crisis del coronavirus, se ha reunido telemáticamente ha estado formado por Judith Turman, Alexis Grohmann, Alberto Manguel y José Enrique Ruiz Doménec, bajo la presidencia de Basilio Baltasar.