UN LIBRO DE RELATOS PERTURBADORES DONDE EL MAL SE MANIFIESTA EN LA VIDA COTIDIANA
“Cuidar la uva para hacer un buen vino es como cuidar la palabra para escribir un buen relato”. Marcelo Luján unía de nuevo, en su discurso de agradecimiento por el premio recibido, lo que está unido desde hace doce años: la narrativa breve y la Denominación de Origen Ribera del Duero. El vino y la literatura. El primero patrocina el que por dotación (50.000 euros) y, ya se puede decir, prestigio el premio más importante de narrativa breve en español. El escritor argentino afincado en España estampa así su nombre en una lista en la que están Javier Sáez de Ybarra, Marcos Giralt Torrente, Guadalupe Nettel, Samantha Schweblin y Antonio Ortuño. Un jurado presidido por Fernando Aramburu y del que formaban parte otros dos especialistas en el relato: Oscar Esquivias y Clara Obligado le había concedido el premio por unanimidad, por su exigente factura narrativa y su mirada perturbadora. El fallo se produjo un lejano 10 de marzo y Luján ha pasado estos meses de pandemia y confinamiento “amordazado” sin poder expresar la alegría por haber cerrado el círculo que supuso el comenzar un libro “desde cero”, sin recurrir a apuntes previos o borradores almacenados en algún cajón, con la intención de que los relatos resultantes fueran independientes pero unidos “por un trazo”.
Tres años de dedicación a estas cinco historias (más una que se añadirá a la edición del libro) donde la oscuridad que alientan en la literatura de este autor premiado ya en el género negro (‘Subsuelo’) se materializa rodeado de claridad. La claridad de lo cotidiano, de la normalidad en la que nos sentimos a salvo. Como puso de manifiesto Óscar Esquivias, el premio a estas perturbadoras historias resulta más relevante si se tiene en cuenta que competía, ya en la final, con nombres tan reconocidos como Patricia Esteban Erlés, Ricardo Menéndez Salmón, Mónica Ojeda o Magela Baudoin.
‘La claridad’ llegará a las librerías el próximo día 15 de la mano de la editorial Páginas de Espuma patrocinadora del premio junto a la Denominación de Origen Ribera del Duero. Un empeño editorial por demostrar que se puede asentar un premio importante en un género que está dejando de ser, gracias a editores como Juan Casamayor, un género menor. El catálogo de la editorial une las dos orillas del habla hispana. Si en Latinoamérica el cuento gozó siempre de mayor tradición y reconocimiento, gracias a empeños como éste, “ya no hay que cruzar el Atlántico, para leer buenos cuentos”. Y lo dice Luján, que por su origen está educado en una tradición que reúne nombres como Quiroga, Cortázar y Onetti, a los que mencionó como referentes.