La realidad se impone. Entre el cine y la escritura de la crónica diaria para la edición impresa del periódico, este blog corre peligro de quedarse en blanco. Así que, aunque soy consciente de que en este espacio la información tiene otro tono -o lo procuro-­ el blog semincero se nutrirá de las críticas que día a día salen en nuestro especial.

Lo primero: dejé colgada la impresión sobre la película ‘The guitar’, de Amy Redford (por cierto, su padre no tuvo el detalle de venir a apoyar a su hija lo que sentimos unas cuantas) y fue una grata sorpresa. Algo así como un soplo de aire fresco... ¡Por fin una historia diferente! Redford ha pasado de actuar en series como ‘Los Soprano’ o ‘Sexo en Nueva York’ o en filmes como ‘Sucedió en Manhattan’ a colocarse detrás de la cámara para dirigir un guión de Amos Poe. Mel, una neoyorkina joven, no muy conforme con su vida descubre que en dos meses un tumor de garganta acabará con ella. Una noticia que precipita el fin de su empleo y de su relación de pareja. La rendición puede adoptar muchas maneras y la que Mel elige consiste en dar forma a sus caprichos por absurdos que puedan parecer… De entre todos, uno es algo especial y tiene que ver con la guitarra que soñaba tener cuando era niña.

Un humor sutil recorre las andanzas de Mel hacia su final anunciado. ¿Quién no ha soñado alguna vez con sentirse libre para elegir sin pensar en las consecuencias? Saffron Burrows es una de esas actrices de rostro impasible por graves que sean los sucesos en los que el guión las envuelve, pero ella consigue transmitir su tormenta interior. El resultado es un filme muy aconsejable.