(Texto publicado en la edición impresa de EL NORTE el 31 de marzo del 2009 con motivo de la concesión a Jesús Ferrero del premio Anagrama de Ensayo por su obra ‘La experiencia del deseo. Eros y misos’)
Siempre ha estado ahí, aunque si hubiera que trazar un gráfico de la popularidad de su obra, el pico lo alcanzaría con su primera novela. ‘Bélver yin’ fue un fenómeno social hace 27 años, cuando los ‘best sellers’ eran algo que pasaba fuera de España y aquí faltaba tanto por leer… Hace unos años la reeditó, pero los jóvenes estaban ya en otras cosas y no se dejaron seducir con la misma fuerza que sus antecesores. Ferrero es ese tipo serio que protege su timidez bajo un sombrero y en la distancia corta demuestra que no tiene un ápice de soberbia. Sigue practicando su oficio con rigor, aceptando que el éxito en literatura –también– tiene algo de errático y circunstancial. Con sus títulos posteriores ganó premios, más o menos reconocidos, y mantuvo sus lectores fieles. Con ‘Las trece rosas’ volvió a ocupar páginas en los medios en un momento en que el tema de las jóvenes antifascistas asesinadas en Madrid al final de la Guerra Civil era objeto de revisión y película. Y con ‘Ángeles del abismo’ confirmó que años de práctica no le habían vuelto un escritor perezoso. Esta novela, que fue finalista del premio de la Crítica de Castilla y León, es un relato lleno de profundidad psicológica –eso de lo que huyen tantos escritores porque piensan que puede espantar al lector– sobre el deseo y esos años difíciles de la adolescencia y juventud donde se juegan tantas cosas. Ferrero ha confesado que la hizo con el material de su propia experiencia y que había esperado a tener distancia para poder escribirla. Ahora gana un premio de ensayo con una obra que a priori parece confirmar que no agotó el tema. Zamorano de nacimiento y ciudadano del mundo se ha dejado seducir lo justo por ese revival del ‘que es de aquí’ al que nos llevan las autonomías. Hasta ahora ha sabido mantener el equilibrio, sin renegar del origen pero sin ejercer patriotismos estrechos.