Con cierto pudor por si acaso está mirando. Con el dolor de perder a alguien que además de excelente y raro poeta tanto hizo por el periodismo cultural de este país. Con la certidumbre de que es inevitable que el silencio recaiga en tiempos de tanto ruido sobre personas como él. Con el consuelo de su obra. Con el recuerdo de tan buenos ratos de lectura que prodigó su Ave del Paraíso… Este poema de José Miguel Ullán
LO QUE LLEGA A PENSARSE
Si me encontraran muerto
sobre el último verso
(que a veces Amarilis no se sabe),
¿qué no dirías?