Un amigo forero tiene en su firma: si, me contradigo, ¿y qué?
Pues eso, vivimos a veces en un mundo de contradicciones totales.
Podemos ser incapaces de matar una mosca y luego casi estrangulamos a alguien en un momento determinado cuando quizá nos llevan la contraria.
Podemos ser capaces de amar hasta el infinito como odiar hasta ese mismo infinito.
Podemos queremos a nuestros hijos del alma y también decir, pero ¿Cuándo abandonarán el nido?
Podemos ir a misa todos los domingos y fiestas de guardar y luego poner verde al vecino.
Podemos ser muy solidarios, estar apuntados a una o dos ONGS y luego casi pisar al que vemos por la calle desamparado.
Podemos estar a favor del aborto y luego estar en contra de la pena de muerte.
Contradicciones que nos persiguen a lo largo de la vida, nada es al 100% seguro.
Pero esas contradicciones creo nos ayudan a pensar, a mejorar o a darnos cuenta que la vida no es como los mundos de Yupi, que todo tiene su cara y su cruz, su verdad y su mentira según los ojos que contemplen esa misma vida, cotidiana y a veces desconcertante.
Acabo con la frase de mi amigo forero:
Sí, me contradigo ¿y qué?
Saludos blogueros.