Bueno como ya hagas las dos cosas ya puedes prepararte para ser una especie de proscrit@.
Quizá tengamos que plantearnos dejar esas pequeñas cosas como tomar un vinito con las amigas, fumar un cigarrillo, o incluso lo mismo salir de casa sólo a pasear.
Tendremos que plantearnos ese sanísimo gimnasio que nos sale a ***** de pato y luego a casita, o lo mismo caminar seis o siete kilómetros diarios que además es gratis, si acaso se gastan los deportivos que utilizamos.
Esto viene a cuento de que hoy en una consulta médica en una discusión con el facultativo me ha preguntado que si bebo, claro que le he dicho que si, que bebo y fumo.
Y ya está organizado el lio, la culpa de esa demanda, (ajena al fumeteo y al levantamiento de vidrio) de esa indignación que ha salido de mi hartazgo, era consecuencia de eso…por lo visto.
No pondré en duda jamás una vida sana, que el tabaco es perjudicial para la salud, que el alcohol se debe beber con moderación, hasta ahí llego.
Pero a lo que no llego es a pensar que todos nuestros problemas, ajenos al fumar y beber, se achaquen a esto.
Supongo es lo más fácil cuando alguien te está poniendo un problema sobre la mesa es preguntar si fumas o bebes, hay que fastidiarse…
Escribí hace un tiempo en el blog “que nos deshumanizan”, sobre la estancia en el hospital, esta charla digamos un poco en clave de mala uva, es como una continuación de aquello que aún colea.
Saludos blogueros.