Siempre pensé que vivir la ciudad de la que somos partícipes, es necesario y vital para ir haciéndola día a día.
Hemos podido nacer en ella o bien nos ha arrastrado la marea de la vida y sus circunstancias, es el pilar donde cada día vamos poniendo ese granito de nuestra vida, eso la enriquece, a esa ciudad y a nosotros mismos.
Hablo por supuesto en este caso, de VALLADOLID.
Hace unos años no podía saber que llegaría a querer a esta Pucela que desconocía, que sólo era una pequeña referencia de fin de semana de vez en cuando.
Poco a poco el “enamoramiento” se ha consolidado y estoy orgullosa de mi capacidad para quererla y de que ella sea mi descanso, mi calma y el lugar donde están mis amigos de ahora.
Vamos dejando un poquito de todos nosotros en cada lugar por el que pasamos, , en esta ciudad ya va quedando algo más, quizá porque el tiempo, es ese gran aliado que nos hace plantar raíces casi definitivas, y digo casi, porque definitivo pienso no hay nada en la vida.
Pero en los días de sus fiestas patronales esto se multiplica por diez.
Año tras año se repite la fiesta, Feria de Dia, Casas Regionales, peñas, teatro, espectáculos de calle, es todo de otro color como en un lienzo que al final pintaremos nosotros.
El bullicio, a veces agobiante, se hace el compañero inevitable, pero quizá lo compartimos y vivimos porque sabemos que sólo serán unos días de impasse hasta la igualdad de las horas monótonas que llegarán, sí o sí.
Nos olvidamos un poco de la rutina que justo acabamos de coger recién venidos de vacaciones, y parece que nos da un poco más de tiempo, que esa rutina se hace perezosa, sabiendo que aparecerá inexorablemente , sólo que un poco más tarde.
FELICES FIESTAS BLOGUER@S, hacerme el favor de ser felices.