Largo título de hoy para lo que quiero expresar.
Veremos si soy capaz de explicarlo, lo mismo me quedo en el intento.
Ser adicta a la información, a todo lo que se mueve por el mundo, a veces trae consecuencias, ya os digo blogueros.
Trato de desayunarme cada día que puedo con todo lo que sucede por nuestro mundo mundial, trato de canalizar lo que me parece lo más importante y resulta que…
Todo es importante, por obvio, por terrible, por cercano, por su inmediatez, todo.
Y ahí es donde descubro mi ignorancia supina en muchos temas, aunque sepa de que van, aunque sepa de Haití , el Sáhara, Irlanda con su “rescate”, los mineros que quizá están muriendo en una mina sin otro rescate diferente al del dinero, en Nueva Zelanda, Benedicto que nos hace el favor de aceptar (casi como animal de compañía, al preservativo, con muchos peros), España que se debate ahora en unas elecciones catalanas de “mentiras” como todas, bueno todo eso que ya sabéis y yo quisiera saber al 100% pero no llego a tanto.
Pero descubro que bastante tengo con ese día a día que me empacha/nos empacha, dentro de nuestro propio círculo, de nuestra propia realidad.
Cuando los inmigrantes son moneda de cambio, cuando la violencia de género no cesa por mucha campaña de “conciencia2” que nos saquemos de la manga, cuando al lado vive alguien que está solo, o alguien traiciona a alguien… entonces ya no sé muy bien donde quiero estar, aunque sepa mi ubicación, cuanta contradicción, ¿verdad?, supongo que todos tenemos algo de contradictorio y que a veces no sabemos muy bien por dónde nos da el aire.
Quiero pensar que esto de no saber muy bien en qué lado están las prioridades, serán compartidas por alguien más que me lea, de otra manera quizá es que estoy perdiendo el norte, espero que no, entre otras cosas porque amo ese Norte, al que de vez en cuando vuelvo y recuerdo. :-)
Saludos blogueros.