Pues a pesar de todo lo que está cayendo, pues a pesar de la muerte NO anunciada, del terrorista Osama, de las incógnitas de BILDU, de que empieza la campaña electoral, de la cual seguro nos queremos bajar en dos telediarios…

Pues como decía, me arriesgo a escribir sobre algo que nos queda más cerca, pero que afortunadamente no vivo hoy por hoy, pero aún así daré mi opinión, por eso de que me meto en todos los charcos, sobre un asunto que cada día parece más normal y tiene a muchas familias desesperadas.

Supongo que hay que saber distinguir entre estos hijos, que no encuentran trabajo pero conviven en casa incluso echan una mano e intentar entrar en el mundo laboral, cosa que todos sabemos hoy más que nunca, harto difícil, pero al menos lo intentan.

Pero esas otras criaturas de Dios para las que lo mejor funciona es levantarse a las tantas, exigir, gritar a los padres, manchar y no limpiar, y pedir dinero para sus birras, eso que no les falte, esos son los que sacan de quicio, conozco en mi barrio algunas de estas joyas de la corona y realmente para sus padres tiene que ser desesperante.

No quiero caer en demagogia, sé que es fácil hablar, que detrás de cada casa hay ropa sucia por lavar, no seré yo quien saque esa ropa a relucir, pero si me gustaría romper una lanza por esos padres desesperados con parásitos en su domicilio y lo que es peor, parásitos que física o verbalmente les agreden con total impunidad en muchas ocasiones.

Y muchas familias están sufriendo esto en silencio, si lo comentan con alguien lo hacen con miedo para que no se entere el /la NI-NI de turno porque quizá habría más violencia desatada.

Lo indignante es que cuando se les oye presumen de su forma de vivir, de que “sus viejos”” les mantienen porque les parieron y no les queda otra ¡toma ya!

Supongo que no dar un palo al agua debe ser un deporte de lo más sano, cuando tienen a cambio ropa lavada, un techo que les cobija, una habitación con vistas, móvil, ordenador, un plato de comida en la mesa y unos euros en el bolsillo para gastar con los colegas, eso sale rentable, ya lo creo que sí, menos para los sufridos progenitores de tales especímenes.

¿Tener a los hijos en casa? SI, pero no todo vale.

Porque si todo vale, puede también podría ser lícito del todo, que los padres de tales hijos, reivindiquen su derecho a mandarles a tomar el aire, a que un juez diga que se deben ir de casa, a no lavarles la ropa, no ponerles la, comida, no limpiar sus desechos juveniles, etcétera, dejando así de ser explotados, o sea, ponerles la maleta o la mochila en la puerta para que dejen de tomarles el pelo, y sobre todo tengan el respeto que se merecen los que dan todo por ellos, pero ese todo no debería significar que sea hasta el hartazgo y la desesperación.

CHICA/CHICO, NI-NI, LEVÁNTATE, CAMINA, DESPIERTA.

Saludos blogueros.