He leído el otro día un artículo que hablaba de que en tiempos de crisis, en lugar de antidepresivos o psicólogos, recurrimos a darle la vuelta total a nuestro cuerpo serrano, de arriba a abajo, vamos, que intentamos cambiar nuestro aspecto para sentirnos mejor.
De hecho por lo visto las peluquerías gimnasios y demás lo han notado en sus ingresos últimamente.
O sea, léase, SPA, cambio de imagen, rayos UVA, gimnasio.
También ir de compras ayuda.
No está mal la idea, pero si estamos hablando de crisis ¿Quién se puede permitirse algo así?, pues me da que quien no tiene crisis, de otra manera no lo entiendo.
Cierto es que cuando andamos con el ánimo más bien bajito vernos guapas nos ayuda a sentir la reina de la fiesta y que es posible que sea la mejor terapia, pero a mí, que me gusta tocar con los pies en la tierra, no me parece muy probable que una gran mayoría de l@s que sufren la crisis y sudan para llegar a fin de mes puedan echar semejante cana al aire.
Ignoro si compartís la reflexión de que está muy bien sentirse bien, pero por desgracia si dependemos de cosas que cuestan dinero lo tenemos claro en estos tiempos de paro, crisis y demás calamidades.
Habrá que conformarse con esos gimnasios que hay por algunas zonas al aire libre, esos son gratis, aunque ahora en invierno menos placenteros y con ponerse guapas con lo que tenemos en casa, o sea una buena batería de elementos de tocador ¿no os parece? pues eso, aunque entiendo que la peluquería por ejemplo es algo más complicado hacerlo en casa, sobre todo para las que no somos “manitas” en esas lides, en fin, nos tendremos que reinventar cada cual como podamos.
Y si no, como esa frase de “Virgencita, que me quede como estoy” :)
Un saludo blogueros.