Hoy quiero hablar de la VIDA, así con mayúsculas.
Le costó nacer, supongo que salir al mundo y más al que está en crisis es para pensárselo.
La madre sabía a través de su dolor, de sus contracciones, que era la hora, que era el momento, que dejara de vivir a lo grande dentro de ella, que ya le valía, que estaba cansada y esperanzada para verle su rostro más allá de las ecografías.
Pero le costó nacer, no sabía del dolor de su madre, no sabía de la inquietud de su padre, no sabía qué era lo más importante del mundo mundial, estaba plácidamente en un lugar seguro, siempre el lecho de la madre es un lugar seguro.
Se negó a salir hasta que ya alguien decidió sacarle del lugar donde ya no había cabida para estar. Es un Sagitario, ya está aquí, en la entrada de la casa que será su vida, su aventura, su libertad y lo que quiera hacer de ella. Lo de Sagitario lo digo como curiosidad, esto de los signos del zodiaco es algo complejo.
Y hoy yo, que hace dos días escribía sobre la muerte de un persona querida, me he decantado por esa vida que es en el otro equilibrio de la balanza, en el otro equilibrio que debe existir para que todo esté en orden en nuestro maltratado planeta, algo debe aliviar ese maltrato.
Bienvenido a este mundo Guillermo, bienvenido a todo el cariño que tendrás, a los momentos que vivirás, al caos que nos rodea.
Y enhorabuena a la madre que te parió incluso ante tu tozudez, al padre sufridor también, no te quedaba otra, salías, o sí o sí, ¿Qué te pensabas, que te ibas a librar de lo que hemos tenido todos? No mi niño, no.
Y enhorabuena a la recién estrenada abuela a la que su única hija le ha traído lo mejor de lo mejor en estos momentos de su vida.
Va por ti mamá aún dolorida, va, por ti abuela novata, feliz y sufridora y amiga mía, en esos momentos cruciales y dolorosos físicamente, pero felices al fin para la niña de tus ojos.
Saludos blogueros.