Se celebran cada vez menos, por lo visto, bautizos, comuniones y bodas católicas.
Todo según los estudios dichosos que nos dicen lo que hacemos y no hacemos.
Quiero suponer que muchas de las bodas se hacen por el rito católico por toda la parafernalia que conlleva, la ceremonia es más larga, más vistosa que la del Ayuntamiento o Juzgado que resulta más fría y corta, es como si la novia quisiera alargar ese momento único.
Aunque lo de único es un decir, porque por un quítame allá esas pajas lo que fue precioso se convierte en divorcio.
También este descenso tendrá que ver con lo desilusionados que se sienten los católicos con una Iglesia cada vez un poco más alejada de sus feligreses, más caminando hacia atrás en lugar de evolucionar. Ese único discurso que no llega a abrirse del todo para los jóvenes. No hay vocaciones religiosas apenas y toda esto tendrá una lectura y deberían hacer autocrítica aunque quizá la hacen y no nos hemos enterado.
Todos conocemos casos de niños que hacen la comunión y a partir de ahí lo de ir a misa se terminó, vamos que luego la Iglesia la ven al pasar por la calle. Comprendo que es un día donde los regalos llueven, si no hay comunión, no hay regalos ni banquete.
No solemos ser coherentes con lo que pensamos, hacemos que nuestros hijos comulguen, que sean bautizados, que la boda sea católica pero de creencias en realidad poco muy poco.
La verdad es que la mayoría de las ocasiones pasa esto por presiones familiares por eso de que vienen de una familia católica ¿¿?? Y mejor no salirse de la norma, luego existe ese otro motivo que antes he citado, la vistosidad que acompaña al gran día.
No sé si he contado alguna vez que a veces me preguntan eso de porqué no soy, digamos religiosa, si estuve en un colegio de monjas, mi contestación es siempre la misma: precisamente por eso. Y no diré más “secreto de sumario” :)
Luego está la decepción, esa que llega de ver la riqueza acumulada de la Iglesia en general, aunque se sabe que algunos párrocos no viven exactamente como ricos más bien al contrario, pero sólo el Vaticano acumula demasié así pensamos lo que nos cuesta llegar a fin de mes que somos millones. Pongo en valor, la labor de algunas organizaciones de la Iglesia, Cáritas por ejemplo.
Aquí lo dejo porque no quiero con mi escrito ofender a nadie que practique la fe autentica, la solidaria, que no está reñida con el amor a Dios aunque a veces lo parezca.
Saludos blogueros.