Ayer escuchando los análisis que se hacen después de cada convocatoria a las urnas,  en esta ocasión Andalucía y Asturias, me hacía gracia eso de “dulce derrota, amarga victoria”, me parece de un cursi impresionante, pero parece que la frasecita les suena bien a los medios. El nivel de abstención habla de lo desencantados que estamos.

En la cita de ayer las predicciones fallaron con Andalucía estrepitosamente, ganar, ganó el azul pero no tanto. Ahora llega eso de los pactos, ganar no es gobernar y todo depende de los “entendimientos” entre unos y otros, lo mismo en una u otra Comunidad Autónoma.

Pero nuestra España querida está casi toda teñida de azul,  igual que esos “adorables” pitufos que veían nuestros hijos por televisión, ellos alucinaban con esos muñecos, yo ahora también, pero es otra clase de alucinación y son otros los protagonistas azules. Pero para gustos están los colores, eso dicen. No es bueno tanto tinte de un solo color, sea cual sea éste.

Y aquí lo que han dicho bastantes millones es que el rojo no les va, que es muy chillón, que es muy llamativo, que es muy agresivo, hasta dicen que el que se compra un coche rojo tiene una manera agresiva de conducir, en fin que es eso, rojo.

A mí me gusta el rojo, ya veis nadie es perfecto, así que los azules que anden por aquí os doy permiso para dejar de leer o para que entréis a por mí a saco y como soy generosa ambas opciones me parecerán bien, para que luego digáis…

Roja es la sangre que fluye por nuestras venas,  roja es esa preciosidad de flor que es la rosa, el rojo expresa pasión, deseo, vitalidad, ambición, energía vitalidad, poder, fuerza, también agresividad que en pequeñas dosis no viene mal para que no nos pisen un día sí y otro también, esto último no lo estamos consiguiendo, quieren acabar con el rojo.

Duro varapalo del azul sobre el rojo hace unos meses, defender los colores es importante como en un partido de fútbol, si en las gradas hay apatía, desmotivación o abucheos, el equipo que está en el campo no jugará igual, lo mismo ocurrirá si el equipo se porta de manera indolente, despertará  las iras de los aficionados. Supongo que todos tenemos derecho a sentirnos desmotivados, desilusionados, y eso se ha notado en la España azul casi total que tenemos.

 En cuatro millones de corazones e ideologías socialistas pesaron algunas decepciones. ¿La rosa nos falló a nosotros, o nosotros fallamos a la rosa?

España camisa blanca de mi esperanza

la negra pena nos atenaza

la pena deja plomo en las alas

quisiera poner el hombro y pongo palabras

Preciosa canción de Ana Belén, se me ha ocurrido que no venía mal para la entrada de hoy, mucho plomo en las alas, mucho, y pongo palabras en mi blog porque a veces es la mejor manera de poner el hombro, cada día cuesta más elevarse esa es la verdad, nos están cortando las alas del progreso y la libertad, en algunas cosas estamos retrocediendo.

Castigamos a la rosa por unas espinas que nos clavó, no somos sumisos ni queremos serlo, no sé si habrá  aprendido la lección para no volver a pincharnos, a decepcionarnos, deberíamos  mimarla, quererla, y hacer nuestro su olor y color, no supimos o  no quisimos hacerlo un veinte de Noviembre del año de gracia 2011

Saludos blogueros.