Otro en el que me meto aunque no sé si queda mucho por decir en el asunto de cacerías varias y accidentes infantiles con armas que las carga el diablo.

Me extraña bastante que nadie hable del asunto en los blogs, el Norte no ha ido más allá de la noticia, por eso digo que esto es meterme donde quizá no debería de hacerlo.

No ganamos para sustos (que se lo digan a los elefantes).

Nuestro Rey ya va siendo cliente habitual de los quirófanos tal como va la cosa, no sé si Sanidad se podrá permitir muchos más  contratiempos de estos, que no están los tiempos para bromas.

Pero supongo no pasa nada, sólo estamos pendientes de la evolución de su salud, del parte médico diario donde nos cuentan que ha pasado bien la noche y sin dolores, que se sienta y camina bien excepto claro por las muletas, bien reflejadas hoy por cierto en la viñeta del Norte, hay que efectivamente enmarcar esas muletas porque pasarán a la historia.

Observo el miedo escénico, exceptuando en las redes sociales que echan humo sobre el asunto, de alguna manera tendremos que desahogar la mala uva que nos acompaña en estos últimos tiempos.

Hay demasiadas cosas que parecen dar miedo decir, la figura del Rey es ¿intocable? No me parece que tenga que ser así.

Supongo que estará leyendo y escuchando casi todo lo que se dice en estos días de su accidente y en las circunstancias en que se ha producido.

Se ha dicho que el viaje era una invitación, pues lo mismo, ¿damos el beneficio de la duda?, pero el séquito que por fuerza tiene que acompañarle, no entrará en el lote de la invitación y eso sale de nuestros bolsillos, avión privado para volver etcétera…

Cómo cada mortal hace con su dinero lo que le da la real gana y nunca mejor dicho en su caso, pero estamos cabreados por lo oportunidad y el motivo del viaje.

España está casi en la UVI , sin muletas, sin nada a qué agarrarse, sin que nadie nos facilite un parte médico cada día para tranquilizarnos, léase el gobierno en la crisis.

Y unas palabras para los elefantes abatidos, a esta gente que hace cacerías deben molestarles mucho esos bellos animales, esos, o cualquier otro que caen en nombre de una pura diversión y la adrenalina.

Y hasta aquí puedo escribir, aunque hoy me quedan muchas cosas en el tintero, mucha indignación y pena,  mi tensión arterial es más importante que nada en este momento.

Saludos blogueros.