No, no es una frase mía la oí un día en una peli de esas malas pero que me llamó la atención por lo real que puede llegar a ser porque el ser humano busca la perfección a veces de manera casi enfermiza.
Sinceramente yo no, tengo que reconocer que algunas personas que tengo la suerte de conocer casi rozan esa perfección, y ese “casi” viene a fastidiar ese 100% que deseamos de nada feo, nada malo, nada fuera de lugar, nada antiestético,
No hablo del físico, o al menos no solamente, cada uno somos como somos, hablo más de algo ese algo intangible que tenemos todos dentro y que busca desesperadamente la felicidad a través de tratar de ser hombre/mujer diez, pero en todos los aspectos de la vida, es como si fuera una carrera contra reloj.
Lo mismo estoy equivocada pero en muchas, muchas ocasiones lo percibo, tal parece que es como una batalla que alguien debe ganar, y no hay forma de enterrar el hacha de guerra si no es dándose cuenta de que nadie es perfecto, que nadie es como nadie, que cada unos tenemos nuestro ADN con el que nos pario nuestra madre.
Después de la reflexión simple que me ha dado por pensar hoy, así yo solita, hay más.
Lo que sí creo es que hay situaciones y cosas perfectas, paisajes, amaneceres, el mar embravecido o en calma, una tormenta, un arco iris, la luna llena, un animal en libertad, una cascada, una piedra preciosa, contemplar todo esto en perfecta armonía y relajación es perfecto.
Sólo que suele llegar el hombre imperfecto y lo estropea, como casi todo lo que toca.
Saludos muy calurosos blogueros. :-)