Sí, me niego a creer que todo un pueblo esté a favor de una tradición cruel y salvaje que acaba con la vida de un toro lanceado hasta morir.
No he puesto la tele, no he querido ver al vencedor del “torneo “me da lo mismo el nombre, otro lo hubiera conseguido, será por voluntarios…
El lancero del año pasado dijo que se sentía como Cristiano Ronaldo, no sé qué dirá el de éste año, pero seguro será un héroe para todo un pueblo.
Pero repito, me niego a creer que en todo Tordesillas no haya un alma compasiva que esté en contra de ese festejo, quiero pensar que quizá el miedo a criticar algo tan festivo y que deja millones por allí puede más que la valentía de decir que eso es una salvajada y sólo degrada a un pueblo entero.
El miedo es libre y entiendo que lo mismo si alguien protesta contra eso le destierran o dejan de mirarle/mirarla a la cara.
Tiene que existir alguien por allí que vaya más allá, que tenga animales en casa,o caballos a los que cuide, que tenga algo de alma y se subleve contra esto, pero me temo que estaría sólo ante el peligro de la libertad de opinión que para esa persona estaría vetada.
El otro día escribí otra entrada sobre El Toro de la Vega y el maltrato animal en general, luego borré mi propia charla porque vi que no tenía ningún eco, quizá me equivoqué porque no debo esperar esos ecos, como ya me han dicho algunos amigos lectores, debo escribir lo que mi conciencia me ordena y hoy manda sobre mí al escribir estas letras que ya de poco le servirán a Volante, esa preciosidad de toro de la fotografía.
Otro año más se ha cumplido algo medieval, cruel, salvaje y que no coincide para nada con el siglo en que estamos, nos hemos quedado anclados en la época que para ciertas tradiciones conviene.
Parece ser que han declarado NULO el torneo por incumplimiento de las normas. Pero ¿y qué? el toro ha sufrido igual el acoso y la agonía. Patético.
Saludos blogueros.