Hace mucho tiempo algo escribí por aquí sobre esa enfermedad injusta y terrible, bueno, creo todas las enfermedades graves lo son, Párkinson, cáncer, etc.
He quiero tener un recuerdo para el que ya no los tiene, como una goma de borrar que deshace lo escrito con el lápiz de la vida.
Al mismo tiempo que veo la noticia del día del alzhéimer, en segundos paso a ver la reportaje del festival de cine de la Bella Easo, con sus estrellas rutilantes posando como lo que parecen ser, “dioses”, la estupenda Sárandon y el más que estupendo Gere en el mundo de los sueños, el cine.
Es la vida, es la pena, es el glamour, amén, no todo puede ser tristeza ni debe serlo, porque acabaríamos hundidos del todo como con el cemento tirados al mar.
Mis padres ambos fueron longevos, no les atacó esa enfermedad terrible afortunadamente tuvieron su cabeza consciente hasta su final, pero está claro que cada día personas más jóvenes empiezan a padecerla.
No conocer a los propios hijos, a los nietos, ni nada reciente es el gran vacío que nunca debería existir, es lo que forma parte de nuestra vida, esa vida que por arte de no sé qué de las neuronas, deja de estar ahí.
Tenemos que trabajar la mente, leer, escribir, entrar en Internet, -nunca es tarde para eso-hacer crucigramas, sopas de letras, socializar, hacer amigos, no quedarnos “muertos en vida” y si al final llega el amigo alemán pues que no sea por haberle facilitado el camino.
Ánimo para esas familias que lo están viviendo en sus carnes, alguna conozco, ahora con los recortes de la Ley de Dependencia aún más. ¡Mecachis de indecencias varias!
He pensado que la mejor imagen que podía poner era en clave de humor para dramas ya tenemos suficientes.
Saludos blogueros,