>

Blogs

Cari

El rincón de Cari

CALIDEZ DE LA GENTE

 “Por eso aún estoy en el lugar de siempre
en la misma ciudad y con la misma gente”. (Canción de Maná)

Pues sí, con la misma gente.

Con esa gente que vemos todos los días, de las que somos cercanos, aunque no amigos íntimos.

Estamos a diario en los lugares de siempre, en los ambientes conocidos que nos son gratos.

Barrios donde vivimos, compramos, nos saludamos con el vecino en el ascensor,  por la calle, sabemos quién se nos ha ido del todo, quien está enfermo, quien se traslada simplemente,  quien llega, aunque el que aparece de nuevas, suele ser un desconocido que al menos al principio no le otorgamos nuestra confianza, ¡qué difícil aquí en Castilla dar la confianza a los demás! Lo digo por propia experiencia.

Nuestro entorno diario, sea barrio, urbanización o casita de pueblo, el que forma parte de nuestra vida cotidiana del que cuando nos alejamos unos días lo echamos de menos, aunque al principio estemos agradecidos por eso de cambiar la rutina.

Me encanta estar con “mi gente” con mis amigos o a veces sólo conocidos con los que comparto esas conversaciones unas veces intrascendente y otras no tanto.

Barrios grandes pero donde cada uno de nosotros tiene su espacio delimitado más o menos para sus compras, su ocio, sus conocidos.

Me gusta la tienda, el bar, el estanco, el quiosco donde me conocen por mi nombre, donde me preguntan y pregunto ¿Qué tal? Pregunta que hacemos/nos hacen sin idea de que la respuesta sea contar nuestra vida a nadie, pero sí sentir cierta cercanía.

Antes escribía que es difícil que la gente se abra a alguien así por las buenas, hay que poner mucho de nuestra parte para que eso se logre, lo viví en mis soledades y en mis carnes cuando llegué a esta tranquila ciudad, pero al final gana la cordura de saber que si vamos a ser vecinos de comunidad, de barrio, hay que abrirse a los demás.

El tiempo que cuesta lograr eso luego queda compensado  con creces aunque siempre hay alguien desconocido entre gente que te cruzas todos los días, ascensor, portal, en la calle, y la persona que quiere seguir siendo invisible hay que respetárselo, no siempre se tienen ganas de hacer relaciones de barrio o conocidos.

Todo esto no significa para nada lo que había en tiempos de nuestros padres, entraban unas vecinas en casa de otras como Pedro por su casa, no, no es eso, guardar la intimidad es importante, pero el saludo cordial de cada día es agradable y cercano aunque hablemos de algo tan socorrido como el tiempo.

Difícil misión hoy día en que tendemos a encerrarnos en nosotros mismos o sólo mantener relación con los amigos más íntimos, pero creerme, hay otra clase de relación y que además una no excluye la otra,  de esa de andar por casa, pero también  muy gratificante.

Saludos blogueros.

Estáis todos invitados, bienvenidos

Sobre el autor

Castellana que adora el norte y a quien la vida trajo a Valladolid. Desde aquí comparto mis vivencias con vosotros.


octubre 2012
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031