En estos días he estado haciendo comparaciones, que ya me vale de darle vueltas a casi todo.
Después de ver la puesta en escena de ayer de la despedida de Benedicto, del helicóptero sobrevolando la bella ciudad de Roma, del ángelus multitudinario, de los miles de personas adorando a quien se va voluntariamente, pues mi título de hoy creo va acorde con lo que pienso. Todo estaba calculado al milímetro.
Sólo que a mí me venía a la mente a esos faraones que entraban en su tumba cerrada con los más fieles para que murieran con el dios de turno. Allí esas tumbas estaban cerradas hasta la muerte, afortunadamente hoy día no es así, porque nada habrá cerrado para Benedicto en su retiro para rezar y orar por el mundo mundial podrá pasearse por los jardines primero de Castengandolfo, y estará atendido por un séquito que no le acompañará hasta la muerte, en el sentido literal, pero que ahí estará. Luego en su monasterio hasta que Jesús le llame, lo hará sin avisar como a casi todos los mortales, llega y punto, por muy papa que sea, esperemos disfrute del retiro voluntario muchos años.
Han hablado estos días del anillo que se destruirá, de sus sandalias que ya no serán rojas, ¿las de San pedro eran rojas?, más que nada porque no tengo ni idea.
¿San Pedro llevaba un anillo tal como los que llevan nuestros santos pontífices?, claro que comprendo que antes Jesús iba en burra y ahora en avión, papa móvil y helicóptero, qué tonterías se me ocurren, la burra es un animal en extinción, una pena por cierto.
Perdonar, soy consciente de la ironía y del inconformismo de mi charla, pero llevo demasiado días tragando lo que no es de recibo a todas horas, el papa no es de TODOS, y los otros merecemos un respeto cuando damos al mando de la TV o abrimos el periódico digital o no, sin que exista un acoso vaticano o de representantes de ese imperio, que es lo que es.
Ahora llegará el Cónclave, casi que estoy deseando eso de “habemus papa” para que al menos quede todo solucionado, el emérito siga tranquilito dedicándose a la oración , y los católicos respiren aliviados.
Saludos blogueros, católicos o no, espero no haber ofendido a nadie con mi charla de una atea que no se puede aguantar…