Por la mañana he visto a una mujer de ciento cinco años entre los refugiados, la ofrecían llevarla en una ambulancia, manos terriblemente temblorosas, pero ha dicho que NO, ella no quería apartarse de su familia.

También veo a un hombre agarrado a una alambrada temblando de frio, no quiere perder su lugar para cuando abran la valla.

Les dicen que se sienten… ¿cómo demonios se van a sentar si el suelo está embarrado por las lluvias?

Cuando veo a los padres o madres con los bebés me entra algo en el estómago, no sé qué, pero me entra, vulnerables huyendo de una guerra que parece nadie quieres parar. Ellos seguramente querrían seguir en su País, pero no puede ser, sobrevivir  es lo primero.

Los muros son eso, muros, las vallas son eso también, prohibimos paso a todo el que venga a turbar la tranquilidad de la Europa “solidaria”

Bueno, he visto por ahí en otros medios, que se los lleven a su casa, salida fácil para todos los que piensan que nada de nada de que entren por aquí para arrasar nuestra apacible vida.

Saludos Blogueros y mis Face.