Casi me avergüenza, esa es la verdad casi me avergüenza decir lo que siento como fumadora, pero no sería sincera conmigo misma ni con mi blog si no lo hiciera, y esto lo digo porque ya sabéis que tiendo a mezclar los otros problemas del mundo mundial con lo que escribo en el momento.
Veamos, no es lo mismo:
Salir a fumar un cigarro a la calle,
No es lo mismo una tertulia con los amigos. Ahora cuando salgo a la calle tengo otra tertulia, llamémosla, del cigarrón, ya sabéis, por lo del botellón, “aquí he puesto la frase tonta de la semana”.
Tomar un vinito, un café, un vermut, un mosto, una copa, o lo que demonios tomemos cada uno de los que somos “apestosos fumadores”.
No es lo mismo NADA.
No es lo mismo, que te pongan una mesa con una par de sillas en la calle, con un par de ceniceros, ¿Por qué? porque la gente que pasa al lado, mucha gente sonríe con ese gesto que detesto de “te fastidias” iba a escribir otra palabra más contundente, pero no sería políticamente correcta, y además vosotr@s que me leéis merecéis un respeto, todo mi respeto.
No lo estoy llevando bien, nada bien, pero se me pasará y de paso fumaré menos, esa es la parte buena de la “imposición”, del Decreto ley sin humos, cuando tantos malos humos hay por ahí. Supongo es una excusa más para mi real cabreo.
Sabía que esto me pasaría, aún así me dicen que lo estoy llevando bastante bien, supongo es broma, pero de alguna manera lo agradezco cuando me lo dicen porque el cabreo me lo llevo a casa y no doy la sensación de histérica perdida.
Pero… no sé si importan mucho las sensaciones, no sé.
Hoy comentaba con una persona que compartía conmigo la calle y la lluvia, que esto pasará, que otros países ya están acostumbrados, que dentro de un par de meses ya sabremos que ni siquiera tendremos que tener mono ni necesidad de inyectarnos en vena la nicotina, pero hoy por hoy, solo espero que este par de meses se pasen pronto.
Saludos blogueros , buenas noches.