Pero no del todo, aún hay cosas que quiero recordar de ese teclado añadido, de esas páginas que no se abrían, de esos cabreos que me hacía sentir, pero otras muchas cosas…
Le echo de menos ¿se pueden echar de menos las cosas? Yo creo que sí.
Con el viejo portátil ya canoso del tiempo que me ha acompañado se me van muchas charlas abiertas, muchas opiniones vertidas en noticias publicadas, muchos sueños de bloguera frustrada…
Frustrada porque veo que no avanzo, que no mejoro, que por más que lo intento no acabo de sentirme bien con mi blog, pero el portátil ahora olvidado en un armario parece decirme que al menos lo intenté.
¿Será la niebla de hoy, será que mis hijos acaban de irse? digamos que estoy un poco plof, el nuevo ordenador parece decirme que aún no me conoce, que no me ilusione tanto, que no me facilitará escribir mejor, que sólo estará ahí para que mis dedos le acaricien y derrame en su página en blanco mis pensamientos alocados, tristes, irónicos, alegres o indignados, con mejor o peor fortuna en esa manera muy sui géneris que me salen las palabras.
Así que le he dicho adiós a mi PC que tanto tiempo me acompañó, y he dado la bienvenida a la monada en la que ahora tecleo pero que aún no conozco del todo, nos iremos haciendo amigos, seguro que sí, no le queda otra, ni a mí tampoco.
Nada más por hoy, espero que los Reyes hayan sido generosos con todos vosotr@s y que el año que aún está en pañales se vaya haciendo mayor con un poco más de solidaridad, y menos soledades.
Saludos blogueros.