Quizá hoy entro en un tema algo espinoso, pero como me suelen decir, lo de meterme en charcos es lo mío, es igual, me arriesgaré.
Esos rostros de extranjeros…
Voy observando en los últimos tiempos, quizá la crisis tiene algo que ver, bueno quizá NO, seguro, algunas noticias del periódico al que pertenece mi blog o sea, El Norte, hay comentarios mayoritariamente xenófobos, el otro día me ha llamado la atención en una de las noticias que era para promover la integración de inmigrantes, de todas las que había leí una que iba contra corriente de todos los post que había, pues bien ese post desapareció el único no xenófobo, quiero decir.
Alguna vez he escrito, hace mucho tiempo sobre esto, antes en la bonanza económica queríamos que estuvieran por aquí, hacían los trabajos que nosotros los de aquí, no queríamos hacer, ellos trabajaban horas y horas, y tenían una habitación sin vistas compartida, o piso patera, pero entonces nada decíamos.
Ahora todo lo que sea trabajo es oro más que nunca y lo queremos para nosotros, sólo para nosotros. Ciertamente que la solidaridad a veces no tiene cabida cuando a nosotros nos falta también el pan y el bienestar.
Les acusábamos de que cobraban menos y por eso les cogían en los trabajos, ahora ya quisiéramos muchos de nosotros, cobrar aunque fuera la miseria que les pagaban a ellos que les daba para mal vivir y hablo en pasado porque ahora el trabajo se ha esfumado para ellos y para nosotros.
Muchos están volviendo a sus países, los que llegan en pateras jugándose la vida creen que en España a poco estarán mejor que en su países, creo que se equivocan, pero supongo ellos tienen sus razones, suelen ser viajes con retorno porque les devuelven a su país de origen, para otros desgraciadamente no hay retorno, se quedan en el mar, en el intento, en el infinito de la muerte más miserable.
En la calle y no sólo en los comentarios de los medios de comunicación, también se aprecian esas tendencias xenófobas, no quiero generalizar pero ocurre que a veces hasta personas que para nada se consideraban así, ahora les entra la duda de si lo son o no, sobre todo ante algunas cosas que nos planteamos, ayudas, beneficios que queremos también para nosotros y que brillan por su ausencia en ocasiones.
A eso se unen las conductas delictivas que acompañan a ciertos colectivos, pero claro no solemos darnos cuenta de que también hay gente que delinque entre los nacidos en nuestra querida España. ¿Quizá nuestro delito es menos delito por ser españoles?
¿Hay lugar para todos? Debería de haberlo, pero creo que en los tiempos actuales ya no nos andamos con chiquitas y les arrinconamos, pedimos que se vayan y tratamos de que sepan que nosotros estamos por encima de ellos, pese a quien pese. ¿Quién está por encima de nadie?
Y ellos y nosotros tenemos que vivir con ello. ¿Cómo? YO NO LO SÉ.
Saludos blogueros.
PD. La foto no me ha salido centrada no acabo de cogerle el truquillo.
Hablar de amor no es lo mio, ha quedado claro por la entrada anterior… :-(