El fatídico día del asesinato de Miguel Ángel Blanco, he recordado la vigilia el día anterior en la Plaza Mayor con velas pidiendo a sus asesinos que no cumplieran su amenaza, pero desgraciadamente el verbo ejecutar se hizo carne en una persona, como tantas otras… persona, sólo que la muerte estaba anunciada, esa crónica de Márquez… recuerdo que estábamos en una piscina con mi hijo y la gente con los cascos puestos escuchando las noticias, y de repente en la piscina paró el bullicio, y tod@s solamente guardamos silencio, se pararon los zambullidos en el agua en un día de calor sofocante, todo se paró allí, había aparecido con un hálito de vida, alguien en nombre de lo irracional le había pegado dos tiros mi lágrima fácil -esta vez más que justificada- hizo que como yo, mucha gente llorara.
Por la mañana en una charla política he escuchado el nombre de Bárcenas unido a M.A.Blanco, estupor y rabia he sentido, ¿cómo se puede mezclar algo así? Convenía en el mitin en cuestión, pero hay cosas que mejor no se mezclan más que nada porque el hedor puede ser insoportable.
Escucho por otro lado, el problema de los astilleros, Galicia, País Vasco, Asturias, o sea, se pueden ir a la calle ochenta y siete mil trabajadores, en nombre de que alguien reclama que hay que devolver algo… ¿¿¿??? Pues quizá, ¿pero no hay otra que dejar sin sustento a más gente de la que ya existe?
La crónica de un día en que una casi niña, Malala tiroteada por ir a la escuela, habla ante el pleno de la ONU que las armas de mujer en su país deben ser sus cuadernos, y sus libros, ella tiene un blog, esperemos que no le cueste la vida.
Y para terminar la charla el estremecimiento de los San Fermines que he visto atónita esta mañana, o sea.
Bueno, pues queda la entrada de hoy, Por Miguel Ángel, por Malala por la gente que se puede quedar sin su pan de cada día, porque en las fiestas no haya tragedias innecesarias.
Y hoy también por mi…
Buenas noches blogueros.