Pues eso, llevo una temporada en que mi teclado no siente mis dedos, no le contagio mis alegrías mis penas, mis sueños, no sé trasladar a mi PC – y, por ende, a vosotros – todas las cosas que me hacen sentir, y las que podría escribir no conviene hacerlo.
Espero que la sequía que me acompaña pase y llegue la lluvia generosa de las palabras a borbotones, esas palabras que están en una especie de jaula y de ahí no salen, quizá para que fluyan de nuevo hay que abrir varios candados antes, estamos en ello.
Quizá, hay que soltar otros lastres y dejar que el hilo de la vida vaya cosiendo los acontecimientos.
El ordenador en blanco seguro se llenará, o sea que si os habíais hecho ilusiones por perder de vista a ésta cansina bloguera, vais dados…. :-))
Un saludo y gracias blogueros.