Si la respuesta es sí, lo tenemos crudo esta semana para calmarnos.
Veo en mi entorno una cierta crispación en la gente, pero no de ahora, de hace tiempo, mucho tiempo.
La palabra crisis, mercados, Ibex, deuda, prima de riesgo, rescate y la más dolorosa y que todos entendemos PARO, porque todas las demás nos quedan algo más lejos a nuestro entendimiento de españolitos de a pie, aunque estén llamando a nuestra puerta y se cuelen en nuestra vidas sin perdir permiso.
Merkel y Sarkozy se sientan cada día a desayunar con nosotros y acabamos también cenando con ellos, y a poco que nos descuidáramos compartirian también nuestra almohada sin darnos siquiera las gracias.
Nos queda una semana por delante donde las sonrisas, las promesas, los besos a gogó las medias verdades y las grandes mentiras lucharán para intentar sacar un puñado de votos que sentarán en el poder al que mejor haya hecho todo esto, dudoso honor.
Estamos crispados porque no vemos salidas, y las que vemos son bastante oscuras, estamos enfadados porque la corrupción sigue aflorando, porque los grandes sueldos dan bofetadas a las pensiones mínimas y al seguro de desempleo.
Estamos de los nervios porque sólo dependemos de otros, y nosotros parece que nada tenemos que decir.
Ahora depositaremos un voto en una urna con ¿confianza? quizá si, pero no con ilusión, creo que no nos queda lugar para las ilusiones entre tanta palabra que no dice nada al final a los desencantados de casi todo.
Los titulares de los periódicos se hartan de sacar encuestas, está por lo visto todo el pescado vendido en la lonja de todos los españoles, algunas pujas no servirán para nada.
Y en en silencio de mi salón y con mi ordenador como único testigo y complice, amén del día gris que nos acompaña, no veo en mi, hablo de mi en este momento, el más mínimo atisbo de esperanza.
Ignoro si compartís este sentimiento, ignoro si también vosotros estáis en la misma disyuntuva de esperar algo mejor, o que nos metamos en otro túnel oscuro, muy oscuro.
Asi que el dicho de “estar de los nervios” se cumple y me temo que con una tila no se calmará, solo respirando hondo, tratando de sobrevivir a la apatía de estos tiempos, luchar y votar por lo que creemos nos puede resultar un sedante mejor que cualquier valium, y después…esperar.
Saludos amigos blogueros.