Anoche viendo el partido de la selección española contra Costa Rica amistoso para más señas, que empatamos in extremis pensaba el porqué me gusta tanto el fútbol. Hay días que a mi cabeza le gusta marear la perdiz.

Desde niña vivía en casa esos partidos radiados que me emocionaban con su/mi equipo del alma. Luego llegó la tele y aún más emoción.

Recuerdo que no se perdía tampoco un partido de baloncesto, me encantaba verlo con su misma mirada, con sus mismas protestas, con sus mismos tacos…con cada punto que se convertía en segundos en otro para el contrario. Hoy día ya no veo baloncesto, me pone muy nerviosa, quiero ver algo que me relaje algo, aunque esto es difícil pero al menos se trata de conseguirlo.

Me gusta el fútbol, el tenis, la natación, la gimnasia rítmica…supongo todo partió de su afición que yo desde niña y adolescente compartía.

Aprendí a leer esas novelas del oeste que yo cogía cuando él ya las había acabado, y mis ojos ávidos las devoraban.

Su puntualidad, esa que heredé porque creo además que se trata de respeto hacia la persona con la que hemos quedado y nos aguarda,  o si vamos a coger un tren, un avión, un autobús. Nunca he hecho esperar a nadie a no ser por una fuerza mayor.

Recuerdo sus precauciones al salir unos días de casa, esa llave del gas, del agua, esos enchufes, esa puerta cerrada…

Con él aprendí que no siempre se tiene razón, que la altanería es algo que nos deja abajo en el escalón de valores, de los demás y de nosotros mismos.

Con el tiempo nos va dejando huella, pero vamos atemperando todo y menos mal que lo hacemos, porque hay cosas que van cambiando, que vamos viendo con los ojos de la madurez y no todo vale.

Con él aprendí que no se debe amar tanto a una persona que te olvides de las otras importantes también en nuestra  vida.

Y que todo tiene un precio que al final pagamos.

Y hoy en esta recta final hacía el 20 de Noviembre en que no quiero hablar de política para nada pues he trasladado aquí esas vivencias que ayer sentí en un partido de fútbol que me trajo recuerdos de unos años ya un poco lejanos en la historia, ¿o no tanto?

Saludos blogueros.