Pues aunque ahora mismo escribo en mi blog, esta es la única manera que veo de “denunciar” lo que está pasando en el FORO DE VALLADOLID.
Trolls a barullo por no existir registro obligatorio, cosa que existe en todos los foros que se precien, trolls que utilizan la ventaja de entra impunemente para insultar y ofender sin que nadie que lleve el tema se despeine.
Y después de esto, los que entramos registrados vemos con impotencia que se nos borran charlas como si fueran churros, no sirviendo de nada dirigirse al administrador del foro, o al moderador, la respuesta es cero.
No importa que escribamos cartas al Director, no importa que hoy me hayan borrado de un plumazo una charla que tenía 18 comentarios sin respetar para nada esos comentarios de los forer@s. Charla que iba de los trolls que nos invaden últimamente sin ser los mismos borrados algunas opiniones realmente ofensivas.
Quizá hasta esta denuncia hecha desde la impotencia de que me llevan borrando toda la tarde mi denuncia en el foro, desaparezca, no sé, me veo obligada por vergüenza forera a publicar un blog que no hubiera querido escribir nunca, aunque hace tiempo también lo hice.
Pero más de lo mismo de nuevo.
Esto está pasando con muchos foreros, es muy fustrante que entres a participar en un foro y no sepas cuando te borrarán así, sin más, o cuando aparecerá el troll de turno a decir lo que le venga en gana y ese comentario siga ahí. Y puedo asegurar y aseguro que el troll está a todas horas reventando charlas serias y amenas sin que nadie se dé por enterado.
Eso, señores del Norte, no hay quien lo entienda.
No estoy muy segura de que se respete ésta charla del blog donde escribo, pero ya lo veré, si hay algo hermoso es la libertad de expresión siempre y cuando a nadie se ofenda, pero en el Foro de Valladolid esta libertad, brilla por su ausencia.
En estos tiempos convulsos nos queda poco más que esto, la libertad de escribir, dialogar y debatir en el mundo personal o virtual, en el virtual está claro que en algunos lugares no se respeta.
Saludos blogueros.