Primeros de Diciembre del 2009. No sabía yo que ser operada de urgencia me iba a traer tantos problemas.
Ingresada por urgencias y operada ese mismo día.
Operación sin complicaciones, nada grave. Fui dada de alta a los tres días.
A los cuatro días acudí a urgencias con una infección de caballo en la cicatriz.
A partir de ahí un peregrinaje, primero al cirujano varias veces con citas de mes y pico.
Entra en escena el urólogo porque sospechan que el problema es una complicación de una operación de hace siete años, lo solucionan aparentemente, sólo aparentemente.
Al cabo de un mes vuelve el problema ante mi desesperación e impotencia y mi optimismo por recuperar mi vida normal se viene abajo como un castillo de naipes.
Entra en escena el ginecólogo, más citas, más esperas, más visitas a urgencias, ya soy como de la casa.
Entre unos y otros la pelota no sé en qué tejado está lo que sí sé es que la pelota soy yo.
Y aquí me tenéis amigos blogueros todos estos meses pegada a una gasa, con una vida anclada en la impotencia y la rabia y con curas diarias mientras ahora espero una resonancia que llegará a últimos de Octubre y el resultado a últimos de Enero del 2011.
El problema, repito, empezó a primeros de Diciembre del 2009
¿Qué os parece? A mi vergonzoso, ya no creo en el sistema para nada, cuando esa resonancia, se podía haber hecho hace muchos meses al ver que esto no mejoraba, ya crees en que confían se cure sin más, es que el paciente es sólo un número, y algo falla en la Seguridad Social. Penoso
Quiero aclarar que no pensaba daros la vara con esto, pero en un intento baldío de que me la publicaran en otro lugar, -supongo que por si alguien se daba por aludido- no me ha quedado otra que utilizar esta herramienta al menos sé que alguien lo leerá, sólo me queda que sepáis esta pequeña historia que seguro no es sólo la mía, habrá muchas más, peores, iguales o parecidas.
Va por todos los que sufrimos ser sólo un numero X en la Seguridad Social.
Saludos blogueros