En apenas dos días nos hemos “conmocionado”  con la dimisión de la señora Esperanza y se ha ido para no volver Santiago Carrillo, noticias que una desplaza rápidamente protagonismo a la otra. Es como si Santiago hubiera dicho ¡ya os vale! Que  yo me voy y algo tendréis que decir de mis largos años, 97, ahí es ná.

Por cierto muy buena la viñeta de hoy de Sansón porque para mí es un homenaje hacia él con dicha viñeta, lo mismo me he equivocado interpretándola, pero creo que no.

Esperanza sigue con su ídem, su salud espero todo vaya bien. Lo demás lo tiene asegurado, ese demás que casi nadie tiene en momentos de crisis, ella sí.

Santiago odiado por unos querido por otros, pero ya no leerá nada de lo que se escriba sobre su persona, no creo tal como era, le importaran  mucho las grandes declaraciones de la flor y nata que tenemos por aquí, por supuesto me refiero a los políticos.

Y hay de todo en ambos casos, Esperanza y Carrillo, nos ponemos a opinar sobre todo lo divino y lo humano y al fin y al cabo de lo divino no hay mucho que decir pero de lo humano hay mucha tela que cortar.

Y la cortamos, ya lo creo que la cortamos, ahora ya me refiero a los lectores de la prensa digital que estamos prestos a teclear lo que se nos viene a la mente y desahogarnos una miajita.

El problema es cuando alguien se desahoga insultando, faltando al respeto a las opiniones contrarias, y quedando como un pobre hombre/mujer, por no saber distinguir entre opinar o insultar al contrario.

Lo he observado en la noticia de Esperanza y en la de Carrillo, más en la de Esperanza, por parte de un lector que se dedicó a insultar a cualquier post que se le pusiera por delante, y lo más gracioso, por decir algo, opiniones que eran respetadas y eliminadas las correctas que no contenían insultos.

No sé cuando entenderemos que no necesariamente nuestra opinión tiene que estar de acuerdo con la otra sin que haya que recurrir al insulto,

No entenderé jamás que criterio siguen los señores administradores de esos comentarios, supongo seguiré sin saberlo, no me gustaría pensar que algunos post sean borrados por no seguir “la línea editorial” del periódico de turno.

Y hasta aquí he contado mis pensamientos de hoy porque si no lo hago reviento y no es cuestión.

Adiós Santiago Carrillo, irás al mar y allí estarás cerca de tu Norte, de tu Gijón querido. DEP.

Saludos blogueros.