Hace un momento una buena amiga de los blogs me acaba de decir que no me apee del mundo, que me quede otro rato. Va por ti Ana.

Me quedaré, porque creo que más o menos aunque me apeara habría lo mismo ¿quizá en otros mundos?

Me quedaré porque siempre debe haber esperanza, fe y caridad.

Me quedaré porque es más que probable que merezca la pena, siempre creo merecerá la pena.

Me quedaré porque siempre me gusta confiar hasta en lo que no merece confianza.

Me quedaré porque este mundo puñetero al final merece la pena, tenemos una vida, sólo una y quiero sacar de ella lo mejor que me depare, aunque haya veces que tenga que escarbar mucho hasta encontrar eso “mejor que me depara”, imposible saberlo, por otra parte el mañana no lo tenemos escrito, y si lo tenemos es con esa tinta invisible que seguro todos al final agradecemos.

Me quedaré porque el dolor siempre da paso al optimismo de un modo u otro, más pronto o más tarde, aunque parezca imposible en algunos momentos.

Me quedaré a pesar de los cabreos, de las impotencias, de las desigualdades, de todo lo infinitamente injusto que se mueve por ahí.

Me quedaré mientras tenga un ápice de sentido común, para saber distinguir lo horrible de lo que podemos superar, la pena por la superación, la intolerancia por la comprensión , y así, hasta el infinito, poner vosotros ese infinito si así os place.

Ya, ya sé, me quedaré, porque no me queda otra, pero a veces… :(

Un saludo blogleros.