No, forer@s no quiero sobresaltaros, no estoy pidiendo auxilio ni nada por el estilo, al menos de momento, aunque tal como va la vida, me veo gritando eso y más.
Al mediodía he tenido que pedir una cita para mi centro de salud. Como ha surgido de repente para no bajar al centro me he puesto manos a la obra para concertar la cita por teléfono.
Gran equivocación la mía. Ya lo creo.
Cinta al canto, escucho:
Bienvenido al centro de salud de xxx, por favor si desea… marque el uno, luego viene la pregunta, fecha de nacimiento del paciente, etc., se comprueba que es el paciente que viste y calza, te dan una hora, quieres decirle a esa voz impersonal robotizada, que no, que no puede ser, siguen con la hora en cuestión, trato de decir el día que puedo acudir a la cita, y oyes, nada de nada, como que hablo con la pared, bueno con la pared no, pero si con una máquina que no sabe que ese paciente tiene clase a esa hora, ni tiene porqué saberlo.
Pero quiero decírselo a alguien humano, aunque humana sea la voz grabada, pero que no sabe nada de escuchar, solo habla y habla, marque el…sin importar para nada como mi tono de voz y mi cabreo van in crescendo .
Cuando ya me estoy subiendo por las paredes grito: QUIERO HABLAR CON MI CENTRO DE SALUD. ¿Contestación de la maquinita? , “perdón no se entiende”, vuelvo a gritar, ridícula de mi, a una cinta grabada que ni siente ni padece, ni le importo tres cominos, no aprenderé nunca.
Está claro que aunque sea por teléfono alguien debe escucharte, de tú a tú. ¿Hay alguien al otro lado?, tal parece que no, blogueros, tal parece que no.
Al final he conseguido que la llamada se haya desviado al lugar que yo necesitaba, pero casi me quedo en el intento.
El teléfono tiene algo de humano cuando la persona que está al otro lado sabe de tu prisa, de tu enfado, de tu angustia, de tu dolor, pero sólo, si existe esa persona.
Entiendo que estamos en las nuevas tecnologías, sé bien de ellas por los años trabajados al “otro lado” pero también entiendo que es demasiado frío hablar con grabaciones, que sólo funcionan con números, ese, uno, dos, tres y ya no digo nada del motivo de la llamada cuando quieres explicar una avería en cualquier empresa, y ya cuando es una persona mayor la que se quiere ahorrar el viaje, al final desiste y acude a ventanilla, no le queda otra.
Espero que no me consideréis exagerada, de verdad de la buena que es desesperante.
Otras veces he pasado por el aro porque no tenía nada que objetar a la cita, a ese un, dos, tres, conteste otra vez, pero hoy…¿me habrá pillado más descolocada que de costumbre?, pues lo mismo es eso. :)
Así lo he vivido y así os lo he contado. Y no tiene precio lo a gusto que me he quedado, seguro que más de uno de los que me podáis leer ha pasado por algo parecido, sería de juzgado de guardia que sólo yo fuera la víctima.
Perdón por mi penosa sintaxis narrando lo acontecido, pero seguro me habéis entendido igualmente.
Saludos blogueros.