Una de mis películas favoritas en ‘El crepúsculo de los dioses’ y la culpa la tiene una de mis profesoras de la Facultad, Rosa Pinto, que consiguió que sus clases de Teoría de la Información fueran las mejores de la semana. Después de tanto años (bueno, tampoco tantos, dejémoslo en varios), recuerdo con cariño esas tardes en la que nos deleitábamos con los maravillosos guiones de películas como ‘Ciudadano Kane’, ‘Encadenados’ o la propia ‘El crepúsculo…’, en la que Gloria Swanson hilaba a la perfección la vida solitaria y amarga de una diva de Hollywood que se negaba a despertar a la realidad de su decrepitud. Una magistral interpretación gracias a la cual la actriz fue nominada al Oscar; y aunque Judy Holliday se llevó finalmente la estatuilla (por ‘Nacida ayer’), Swanson logró el Globo de Oro a la Mejor Actriz. Un premio que ahora se expone en Valladolid, dentro de la colección ‘El glamour de Hollywood’ y junto con la chaqueta que la diva lució en una de las escenas que rodó junto a William Holden.

Ésta es una pequeña muestra de una exposición impresionante que acoge el Museo de la Pasión de Valladolid hasta el 28 de noviembre y coincidiendo con la 55 edición de la Seminci, que arranca el sábado 23 de octubre. Gracias al amor por el cine de Maite Mínguez Ricart, ahora podemos contemplar de cerca trajes y vestidos que un día cubrieron a los actores y actrices más grandes y glamurosos de Hollywood, como Rita Hayworth, Barbara Streisand, Groucho Marx, Charles Chaplin, John Malkovich, Tom Hanks, Dustin Hoffman o Yul Brynner. Nunca pensé que pudiera estar ante las botas de James Dean en ‘Rebelde sin causa’, o el sombreo de John Wayne o la lámpara de Rick´s Café que alumbra el amor de los protagonistas de ‘Casablanca’.

Aunque la reina indiscutible de la colección de Maite Mínguez (que comparte esta gran pasión con su marido, Luis del Val), es Marilyn Monroe. Me ha conmovido contemplar ese vestido blanco (diseñado por William Travilla) que cobraba vida sobre una boca del metro en una escena que ha sido repetida hasta la saciedad por otras rubias que no han sabido mostrar la destreza y picardía con la que Norma Jean quitaba el sentido a Tom Ewell en ‘La tentación vive arriba’. Tampoco falta en la colección el maillot de lentejuelas que lució en ‘Los caballeros las prefieren rubias’ o el impresionante vestido de ‘Luces de Candilejas’. Junto a ellos, otros diseños de su armario personal y algún picardías con los que fue fotografiada por George Barris o Milton Green.

Es imposible concentrar más glamour en una sola exposición. Porque a la colección de Maite Mínguez no le falta de nada… ni siquiera, el taparrabos con el que Johny Weissmuller creó al mejor Tarzán de todos los tiempos. Y quien piense que un taparrabos no es glamuroso, que se pase por la sala de exposiciones del Museo de la Pasión… un pequeño Hollywood en el centro de Valladolid.