Llego a la Redacción emocionada tras la charla de Gumersindo Lafuente en el Colegio Mayor Peñafiel. La conferencia (que, por cierto, he intentado twittear ) ha tratado del periodismo digital y del perfil necesario para afrontar los nuevos retos del oficio. Estaba orientada a estudiantes, por lo que yo he querido despojarme de los prejuicios que amontona la experiencia para escuchar las palabras del periodista de El País con la misma candidez que el resto de los jóvenes que abarrotaban la sala del colegio vallisoletano.
La apuesta de Lafuente por el periodismo digital quedó patente desde sus primeras palabras. “Estamos ante un momento extremadamente excitante para el periodismo. Tenemos que reinventarnos y no pensar que la tecnología es nuestro enemigo”. Dejó clara su apuesta por la Red. Y no solo porque dijo que cualquier periodista inteligente quiere trabajar en Internet, sino también porque defendió el periodismo por encima del soporte. “¿Los periódicos de papel son esencial para la democracia? Pues entonces, tampoco pasa nada porque dejen de existir mientras el periodismo siga existiendo”.
Está claro que Gumersindo quiso ser provocador. Pidió a los periodistas del futuro que sean curiosos, impertinentes, rebeldes y que no se dejaran humillar nunca.”Este es un oficio de rebeldía permanente. Es mejor trabajar con gente incómoda que con gente sumisa”. También cuestionó la utilidad de la carrera de Periodismo “sin otros conocimientos complementarios” y aseguró (y esto es importante para los que busquen un trabajo en esta profesión) que él ya no recoge currículums. Prefiere mirar los seguidores y amigos de las redes sociales del posible candidato.
De la charla me quedo con su pasión contagiosa (porque para mí lo más importante en un oficio que tiende a convertir buenos profesionales en trabajadores quemados e hiperescépticos) y con una frase: “No me gustan las etiquetas. Somos periodistas y punto”. Pues eso, periodistas y punto (com).